LA CIUDAD NO LO SABRÁ

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-No me gustas-Le dije.

Por supuesto que había accedido a esa bolsita de cocaína, y por supuesto me había caído fatal porque había pasado más de un año desde la última vez . Gran parte de la fiesta la pasé con Reese y Miley. Quién diría que ese par se llevarían bien en una fiesta, se divertían y bailaban juntas. Claro que eso cambió cuando Reese vio a Harry y cuando Miley pareció encaramelada con un chico que nunca había visto. Quizá el era el de las manos bendecidas.

Ahí no termina la velada, la maldita historia clínica resultó ser una prueba que salió positiva de Treponema pallidum más conocida como sífilis. Sí, mi querida" amiga" no concibió precisamente un bebé en uno de sus tantos encuentros si no la aclamada enfermedad.

Traté de no pegarme en la frente por haber sido tan bruta en no leer bien, en mi defensa fue muy poco el tiempo en que lo pude mirar. Positivo siempre significaba bebé, eso era ley. Pero por otra parte me sentí estúpida, ella todo ese tiempo se burló de mí, y yo aseguré tener unas fotos que claramente no tenía y lo peor es que la amenacé con eso. Bueno, también con lo de las fotos de Harry. Ese no es el punto. Todo ese tiempo se burló de mi humillante capacidad de mentir.

Después de la revelación de la noche traté de consolarla y pedí disculpas. Claro que la droga le ayudó a tomar todo con gracia hasta dijo que un bebé era mucho peor que hasta el mismísimo cáncer. También aseguró que un tumor era más llevadero que el llanto de este. Ah y la cereza del pastel fue que sentí toda la noche la mirada de Jared sobre mí, también ver al otro lado a Lowell con su "primita", que ahora que lo pienso, ¿cuántas es que tiene?

Parecía pedirle disculpas y también parecía estarse excusando.

Gracias a Dios el resto de la noche fue agradable, bailé con Tayler y Sebastián un poco y por la droga tuve que tomar más agua de lo usual. También tuve que contenerme de decir estupideces.

Por otro lado, Lowell, se rio de mí en el poco tiempo que estuvimos juntos, dijo que mi nivel de chisme sobrepasaba los límites. Algo que ya no era de extrañar. Motivos si que le había dado.

Espera ¿Miley, por qué aceptó decirme todo eso de los chicos si no estaba embarazada? ¿Así de importante es el periódico para ella?¿o tenía que ver en algo los chicos de las familias influyentes de The Loorge?

Cualquiera que fuera la respuesta no tenía relevancia cuando al final de la noche terminé con Lowell porque las idiotas me dejaron. Cuando él se acercó tenía todavía la misma sonrisa de estúpido. La cual se ensanchó cuando le dije eso. El tipo era de lo más vengativo.

-No es algo que esté completamente seguro, pero digamos que te creo.

-¿Puedes responder como alguien normal? ¿Puedes dejar tu egocentrismo a un lado por esta noche?

-Pensaba que tu eras la engreída ya que desde que nos conocemos pareces acusarme de ser yo el que te busca, y eso que fue antes de en realidad me interesaras.

Oh le interesaba. Interesante.

Si no fuera una mentira.

Me reí.

-No me gustas, Lowell- pronuncié su nombre con detenimiento.

-¿Me estás convenciendo o te estás convenciendo?- entrecerró los ojos.

Lo ignoré.

-¿Qué dijo tu primita del video donde hablas maravillas de su virginidad?-sonreí y si me concentraba bien el también lo hacía.

-Te gusta burlarte, ¿no? Tomaste mi amenaza para beneficiarte, si no te lo hubiera dicho nada de esto hubiera pasado.

-No me gusta que jueguen conmigo- esta vez me encargué de mirarlo fijamente. Odiaba estar a la defensiva siempre con él, no era así con los chicos que conocía.

EL QUERER DE UNA ILUSIÓNWhere stories live. Discover now