DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔

Capítulo 6

El camino a casa fue rápido, al menos así lo sintió Taehyung quien creía que caminaria kilómetros, cuando Seokjin lo sacó para llevarlo a estudiar había dado tantas vueltas hasta llegar a la universidad. El camino le pareció eterno en ese momento, ahora era totalmente diferente.

Gracias a la caminata observó de cerca un poco la rutina de las personas. Algunos iban tan de prisa que incluso ganó un  empujón, lo que más le sorprendió fue la cantidad excesiva de autos. Estaban por todos lados, el sonido del claxon fue lo peor que pudo escuchar en sus trescientos años.

En todo el camino no fue capaz de entablar conversación con el castaño. Cada quien iba por su lado, Jungkook caminaba muy tranquilo y él solo lo seguía. La única vez que lograron detenerse un momento, fue en una floristería, el menor miraba con adoración las flores del lugar.

Taehyung deseó entrar al lugar, le encantaban lo coloridas de las flores y, la fragancia que emanaban, ser el hijo de una diosa floral lo hacia amar a la naturaleza. Jungkook volvio a caminar, Taehyung siguio detrás, el deseo de llegar a casa y no perderse era mejor que quedarse en el lugar.

Ahora estaban sentados en el mueble; sin volver a  decir palabra alguna, habían llegado al departamento hace más de una hora.

Jungkook entró a su habitación a dejar su maleta, iba a encerrarse ahí, así evitaría hablar con el pelinegro.  Sobre qué hablaría, no era su amigo,  era solo un conocido y, ahora compañero de clases. Salió de su habitación con la esperanza de no encontrarlo en el living.

Pero como siempre nada resultaba como  quería.

Tomo asiento justo al frente del pelinegro, quien estaba sentado con su brazos cruzados, su mirada en un punto fijo del lugar.

Vamos, no es tan difícil hablar con alguien ¿verdad?

Se armó de valor e intento hablar, carraspeo para llamar la atención del cabello oscuro, no logro su cometido , el mayor parecía inmerso en sus pensamientos.

Al menos lo intento.

—¿A dónde vas?— Taehyung decidió hablar, el castaño caminaba a la puerta principal.

—Por ahí—Jungkook dijo secamente— t-tal vez vaya a la floristería.

—¿Puedo acompañarte?

Las palabras como: claro, esta bien, no hay problema,  debían salir de su boca, entonces... ¿Por qué había dicho "puedo acompañarte"?, no tenía lógica acompañar a un humano, ni en sus sueños más salvajes lo hubiera imaginado.

Quizás era su deseo por volver a ver las flores, sentirse un poco más cerca de su mundo, llevaba apenas tres días ahí, un ápice de añoranza estaba instalándose en su corazón.

Sin embargo, el mundo humano no estaba tan horrible como lo imaginaba.

Sí, solo quería ver las flores, nada más.

—C-claro, no hay problema— Jungkook mordió su labio inferior, el tartamudeo otra vez.

Acepto sin siquiera darse cuenta, actuando impulsivo como siempre.

Cuando llegaron a la floristería, Taehyung quedó maravillado con toda la variedad de flores que este lugar poseía; rosas, margaritas, tulipanes, girasoles, incluso tenían cactus.

Taehyung pareció ver al castaño dando brinquitos en su lugar, la felicidad del menor lo contagió, no pudo evitar sonreír ampliamente.

Su sonrisa cuadrada apareció, sus ojos empezaron a tomar forma de media luna,  la sonrisa que era capaz de curar todos los males, como Jimin le decía cada vez lo veía sonreír.