Capítulo 12

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Sus sentimientos nunca fueron algo difícil de manifestar, era solitario más no tímido.

Lo que sentía o pensaba fue siempre lo más fácil de expresar, sin embargo, ahora no podía describir lo que sentía.

La última vez que sintió algo por alguien fue cuando estaba en la edad de quince años, en su primera relación la cual no fue del todo bien, él se había declarado y el otro había aceptado su amor. Amor del cual más tarde se dio cuenta que no existía.

Luego de su fallida relación y de lo mal que lo pasó junto a esa persona, decidió nunca más declararse ante alguien o mostrar sus sentimientos.

Así que cuando lo beso si se sintió bien, demasiado bien, sus sentidos se nublaron, perdió la noción del tiempo, sus labios encajaban con los del mayor, su corazón había latido de una manera tan rápido. Todo en él se descolocó, sin embargo aparte de la tensión que pudo sentir del mayor pudo darse cuenta que tal vez el pelinegro no sentía nada por él.

Todo el tiempo fue él quien besó, fue él quien lo acerco más aunque Taehyung no haya dicho palabra alguna.

Cuando se separaron del beso, decidió que lo mejor que debía hacer era salir corriendo de ahí, se subió al auto y manejo dejando al pelinegro en el lugar.

No lo culpen pero los nervios lo atacaron.

Llegó a su departamento sin saber que hacer, lo había dejado abandonado en medio del pequeño bosque.

Ahora... ¿Cómo iba a poder verlo a la cara?

Su mente imaginó todos los posibles escenario una vez que volviera por el mayor: A Taehyung subiendo al carro dejándolo ahora abandonado; a Taehyung dándole un puñete; a Taehyung subiéndose al auto aplicándole la ley del hielo; y porsupuesto a Taehyung caminado en la carretera.

Sin pensarlo tomó el auto y se encaminó en ir por el mayor, asumiría las consecuencias sea cual sea.

En todo el camino fue pendiente de ambos lados de la carretera, pues en uno de sus escenarios veía a Taehyung caminado hasta llegar a casa, puesto que a esas horas los autos ya no pasaban por el lugar.

—Que este bien, que este bien—murmuró para si mismo.

Siguió mirando sin ver rastro alguno de Taehyung. Sus manos empezaron a apretar con más fuerza el volante, los nervios lo estaban carcomiendo. No pudo pasarle algo... ¿verdad?

Una vez que llegó a donde lo había dejado, pensó encontrarlo ahí, sin embargo no habia rastro del mayor.

—¿Dondé estas?—paso las manos por sus rostro, estaba frustrado pues a donde pudo ir en medio de la noche—Yo... Lo siento.

Buscó por todos lados aunque la oscuridad reinaba, las estrellas y la luna habían desaparecido.

Rendido de seguir buscando y con sus manos temblando decidió regresar a casa, rogando en todo camino a los dioses que existieran que no le haya pasado nada al mayor.

Si algo le sucedía, volvía a ser su culpa.

•••

En trescientos años nunca lo besaron, siendo aquel beso tierno e inocente su primer beso.

Robado por un humano.

Cuando sus ojos se abrieron, Jungkook se encontraba saliendo despavorido con el auto. Como sus sentidos estaban nublado debido a todas las nuevas sensaciones que recorrían su cuerpo no lo detuvo.

DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔Where stories live. Discover now