DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔

Capítulo 21

—¡Llegaste! ¡Llegaste!

Un pequeño Taehyung de siete años, daba saltitos por todo el lugar, cada vez que su mamá llegaba a visitarlo.

—¡Mi bebé!—  su mamá lo tomaba entre sus brazos, y le hacía cosquillas— Mamá ha venido a pasar todo el día con su pequeño.

El pequeño niño gritaba de la emoción, tener a su mamá todo el día para jugar lo hacia muy feliz. Al fin no iba a compartirla con ningún humano.

—¿Mamá, Hoy no vas a dejar flores para los humanos?

—No, Bebé— dejó a Taehyung en su regazo—Las otras diosas se encargarán de que los humanos puedan ver florecer hoy sus flores.

El pequeño Taehyung fue en busca de su padre a contarle que la reina había llegado al reino inmortal.

—Mi reina, Has regresado.

La reina era una de las diosas que hacía su trabajo en el reino mortal, la mayoría de flores, árboles se encontraban con los humanos. A veces pasaban semanas para que ella regresara.

Taehyung entendía el deber de su mamá, para un niño de siete años el poder de su progenitora destacaba por sobre sus poderes.
Ella tenía el poder de hacer florecer las flores más hermosas de todo el mundo.

Creía que ser un dios de la noche no era tan genial como ser una diosa floral. Su mamá conocía a muchos humanos, él también quería conocerlos. Las historias que le contaban sobre ellos eran muy divertidas.

Ella siempre amó a los humanos, Taehyung también quería hacerlo con todo su corazón.

—Mamá... ¿Me enseñas a hacer tu trabajo?— Jugaba nervioso con sus manos—¿Puedo acompañarte?

El corazón de su madre se apretó, su pequeño niño le estaba pidiendo acompañarla, Sin embargo, no podía llevarlo.

—Bebé, sé que deseas ayudarme, pero es algo en lo que no puedo complacerte.

Los ojitos de Taehyung se llenaron de lágrimas, quería aprender para así poder pasar más tiempo con su mamá ya que ella no siempre tenía tiempo.

—¿Por qué, mamá?

Sus lágrimas empezaron a recorrer sus suaves mejillas, el rey que estaba ahí empezó a limpiar su carita.

—Tae, bebé — el pequeño estaba tratando dejar de llorar, pero es que en su mente su plan de aprender a hacer lo mismo que la reina había funcionado. ¿Por qué no sucedía lo mismo?— Bebé, nosotros nacemos con poderes en específico, no podemos hacer los mismo que hacen los dioses del aire.— Tae, hizo un puchero, mordió su labio para evitar seguir llorando.