Capítulo 22

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Los años pasaban rápido, casi en un parpadeo, pero era a lo que todo dios se sometía. Ver los años pasar, porque el tiempo no se detenía. Ellos crecían como los humanos, sin embargo, no eran uno.

Una vez llegada a su adultez se mantenían así el resto de su vida. Era casi un milagro que un dios encontrara a alguien que los amara de verdad.

Alguien que no deseara su inmortalidad y los amara por quienes eran en verdad.

De niño creía en el amor, su madre le decía que era lo más puro y sincero que pudiera existir en este mundo. Siempre quiso ver a sus padres unidos, que mostraran un poco del amor que profesaban. Quizás así entendería un poco.

Sin embargo, mientras crecía se dio cuenta que sus padres no se amaban, solo los unía él, una amistad es lo que podía ver. Con el paso del tiempo su madre dejó de visitarlo con frecuencia. La tristeza empezaba a envolverlo, en las últimas visitas su mamá alegaba que lo quería que pese a todo siempre estaba en su mente.

Pero de un día a otro empezó a hablar de los humanos, de uno en específico. Sus ojos brillaban cuando hacía mención de esa persona especial que dijo haber encontrado.

A sus doce años se daba cuenta que ella no quería a su padre, no lo veía de la misma forma en que el la observaba. Ni siquiera había emoción cuando hablaban.

Y últimamente esa amistad que había visto, estaba desapareciendo. Sus padres discutían, ella quería llevarlo con los humanos, siempre quiso hacerlo. Su padre quería que se quedara ahí.

A pesar que su madre hablaba maravillas de los humanos, él en verdad nunca deseo vivir en ese mundo, y si quería conocerlos, ya no lo deseaba más.

Es debido a ellos que su pequeña familia se desmoronaba, debido a ellos su madre llegaba de vez en cuando, y ya no tenía tiempo para él.

Hubo más de una ocasión donde pudo escuchar a su madre decirle al rey que no lo amaba porque su corazón ya pertenecía a un humano.

Es por eso que su deseo de conocer a los humanos desapareció, desde un inicio estuvieron metidos en su familia, logrando que se separara.

Tae, bebésu madre se acercaba, con pasos cautelosos a su habitación ¿Estas enojado conmigo?

No deberías preguntarbufó y siguio sin mirar a su madre—¿Vas a irte con los humanos, de nuevo?

DIOS DE LA NOCHE | Taekook | ✔Where stories live. Discover now