La castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta.
-¿Quién es ella?-
El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar.
-Ella es Dagger...la que lo cambió todo-
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A pesar de el trágico accidente que los estudiantes de Hawkins Middle School estuvieron a punto de tener, el viaje continuó con una inexplicable calma en la que continuaron avanzando por las carreteras que les correspondían.
Por lo tanto, una hora después ya habían vuelto a su mencionada escuela. Los autobuses se parquearon, detuvieron y apagaron. Sin más, los estudiantes comenzaron a bajar.
Mientras lo que ya habían salido buscaban su equipaje, Wheeler y Whistle bajaban de el vehículo camino a hacer lo mismo.
-¿¡DE QUE COLOR SON SUS MALETAS!?-grita Paco volteándose a ellos.
-Roja-responde Camila asustada.
-Azul-habla Mike de la misma forma.
Segundos después Paco las tira en el suelo y ellos las recogen algo extrañados, alejándose un poco de ahí.
Quedaron considerablemente solos, a unos centímetros de el autobús. Suspiraron dejando sus maletas en el suelo, y chocando sus ojos con los de el otro.
-Bueno...entonces hasta aquí el campamento-dice Mike haciendo una mueca.
-Si...-suspiró junto a una inevitable pesadez, mirando al suelo de reojo-. Mike, la pasé demasiado bien-sonríe volviéndolo a mirar.
-Yo también me divertí demasiado, Camila. Gracias por hacer este viaje uno tan...extrañamente genial-carcajeó haciendo a la rubia reír.
-Cuando quieras-sonrió parpadeando-. Hablas como si no nos fuésemos a ver el lunes-comenta divertida.
-Y como si no fuésemos vecinos ¿verdad?-dice burlón, ella ríe rodando sus ojos-. Extrañaré dormir en la misma habitación-hace una exagerada mueca.
-Bueno, sabes que me puedo aparecer en la tuya cuando quiera-murmura con sus ojos brillando en picardía. Mike pasó un mechón rubio tras la oreja de la chica, observando la cara de esta por varios segundos.
-Eres más que bienvenida-susurra alzando sus cejas.
Ella sonrió mirándolo sin parpadear ni un poco. Mike inclina su cuerpo al frente para así dejar depositado un suave beso en una de las mejillas de la rubia, esta le devolvió el beso al mismo tiempo. Cuando se separaron, volvieron a mirarse con aquel brillo al que ya se estaban acostumbrando.
Mientras todo esto pasaba, Hades y Timothée habían bajado juntos por igual y ya tenían sus correspondientes equipajes en mano.
-¿Cuándo puedes ir a visitarme?-pregunta Hades frente a él.
-Cuando me invites-sonríe de lado encogiéndoae de hombros-. Me gustaría conocer a tu familia, según lo que me has dicho parece genial-
