Mientras subían las escaleras, el cuerpo de la rubia iba más adelantado que ellos, nerviosa. Los de atrás, subiendo en total silencio, se miraron entre ellos, y las miradas de todos reflejaban solo dos emociones que reconocieron a la perfección: compasión y tristeza.
Notaban como el cuerpo de Camila aún temblaba luego de la acalorada discusión con su propia familia, y apenas las lágrimas podía contener..
Mike, Mike nunca había sentido tantas ganas de abrazarla y acurrucarla en sus brazos. Asegurarle que todo estaría bien.
La puerta del cuarto de Camila fue cerrada con una tortuosa lentitud, una lo suficientemente desesperante para ella misma, a pesar de que fue quien la cerró, luego de que sus amigos más cercanos ingresaran a la alcoba.
Con la mirada baja y el corazón acelerado, se hizo espacio entre Suzie y Dustin, pasando a un lado de estos y dando unos pasos más al frente, dándoles a todos la espalda. Miró la ventana por unos segundos, para después suspirar pesadamente.
Vuelve a voltearse, queriendo estar en cualquier otro lugar al notar que todas las miradas estaban sobre ella. Tragó duro con bastante dificultad, jugando con sus dedos y sintiendo como su garganta temblaba.
Luego de tanto tiempo, ya ellos sabrían toda la verdad, por completo.
-Bien...-comenzó a hablar, con una temblorosa voz-, cuando yo tenía trece años, conocí a un chi-
Dustin la interrumpió.
-Sabemos todo-dijo, confundiéndola a más no poder-. Charlie, él ya...nos lo contó-asiente.
Camila se queda estática, mirándolos perpleja ante aquella confesión que no es esperaba para nada. Parpadea varias veces, con el asombro impregnado en su habla.
-¿Ya sa-saben de...?-no terminó su frase, incapaz de hacerlo.
-Harvey-. Camila nunca en su vida esperó que aquel nombre saliera de los labios de Mike, y menos de una forma tan suave y pacífica.
Ella, inevitablemente, observó al pelinegro con miedo, mientras que este también la miró a ella, con el cansacio desbordando en el profundo suspiro que soltó segundos después.
-¿Por qué nunca me dijiste nada?-susurró con los ojos cerrados, para después abrirlos aún fijos en ella.
-A ninguno-agregó Max, decepcionada de su mejor amiga.
Esta los mira con tristeza, apretando los labios por unos segundos.
-Les pido porfavor que no piensen que fue desconfianza-dice negando con su cabeza-, fue por...por la misma razón por la que no quería mostrarles mis poderes-susurra.
-¿Protegernos?-preguntó Lucas, sumido en tristeza.
-Miedo-corrigió, con un punzante nudo en su garganta.
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D a g g e r { m.w }
FanfictionLa castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta. -¿Quién es ella?- El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar. -Ella es Dagger...la que lo cambió todo-