La castaña lo voltea a mirar con sus labios fruncidos, confundida y molesta.
-¿Quién es ella?-
El pelinegro suspira, girando su cabeza para ver, a lo lejos, la chica que reía y saltaba por todo el lugar.
-Ella es Dagger...la que lo cambió todo-
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En total, pasaron dos horas y media subidos en aquel amarillo autobús que habían tomado "prestado" en la escuela de los jóvenes.
En un determinado monento, Hopper, con sus manos en el volante, giró este a la derecha, llevando el vehículo a dicha dirección.
Al notar como la velocidad bajaba, todos miraron por las ventanas curiosiamente, notando que el bus apenas y cabía en el estacionamiento al que acababan de entrar.
El lugar parecía abandonado, de no ser porqie parqueado había una limpia camioneta roja. Algunos notaron los números negros que habían pintados en una de las paredes de la cochera perteneciente a la "residencia".
Segundos después, Jim giró la llave, y el transporte se apagó. Guardó esta en su bolsillo.
-Llegamos-murmuró en medio de un suspiro.
Al jalar una palanca la puerta se abrió, y no pasó mucho para que todos empezaran a bajar y a observar todo el lugar con curiosidad, bueno, algunos lo hacían.
-Me lleva el diablo...-susurró Jonathan, con algo de fastidio en su tono, pero una pequeña sonrisa salió en sus labios.
-¿Dónde estamos?-pregunta Emilia curiosamente, viendo a varias partes.
-Ah, ya verás-le responde Joyce con un exhausto tono-, vengan-ladeó su cabeza.
El gran grupo de personas se dirigió a lo que parecía una entrada, y mientras se acercaban notaron que en una de las paredes había un rojo letrero que decía "Se Vende".
-¿Nadie vive aquí?-cuestiona Charlie confundido.
-No es tan estúpido para pensar que alguien se atrevería a comprar este lugar-bufó Hopper, negando.
Camila ríe levemente, con su mano tomada a la de Mike y ambos avanzando junto a los demás.
Pocos segundos después quedaron frente a la puerta, es el mismo Jim quien presionó el timbre, y todos se sobresaltaron cuando este emitió un fastidioso ruido.
-¡Au!-se queja Timothée tapándose los oídos. De repente, se escuchó una voz provenienge del timbre.
-¡Miren a la cámara!-
-Otra vez...-bufó Nancy mirando a Jonathan.
Joyce y Hopper miraron a la cámara con normalidad, pero los demás no la encontraban y miraban a todos lados confundidos.
-¡Arriba de ustedes, a la derecha!-especificó aquella voz.
Em frunce el ceño levemente.
-Identifíquense-
-¡Murray, vamos idiota, no tenemos todo el día!-rugió Hop abriendo sus brazos, destacando entre la multitud.
-¡Jim!-se escucha un sobresaltado y sorprendido respigno.
