68 // We cannot make the same mistake

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La madrugada pasó, y el sol había salido por completo

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La madrugada pasó, y el sol había salido por completo. Eran las 8 : 15 de la mañana, un nuevo y fresco día.

Mientras más rayos de sol empezaban a colarse por la ventana, los ojos de Mike comenzaban a picar más y más. Pronto, los abrió soltando un leve quejido.

Por unos cortos segundos miró la brillante ventana, pero después dirigió su vista a otra cosa, a alguien, mejor dicho.

Camila, completamente despierta, se encontraba boca arriba con sus verdes ojos perpetuos en el techo, pensativa mientras miraba este.

Sin querer dejar de verla así, Mike no emitió ningún ruido, y simplemente se le quedó mirando con un puro amor. Hasta que de golpe un pensamiento llega a su cabeza, y le hace dar un gran respigno.

-¡Oh por- ¡¡Feliz cumpleaños!!-gritó tirándose sobre ella.

Sorprendida, Camila comienza a reír abrazándolo de vuelta mientras sentía los múltiples besos que Mike dejaba alrededor de toda su cara sin parar de felicitarla, para finalmente juntar sus labios con los de ella, ambos moviendo estos con amor y cariño.

Al separarse, con sus rostros a centímetros, se miraron con grandes sonrisas.

-Te apesta el aliento-dijo ella en una risa.

-¡Ya sé!-rió por igual, contagiándoselo-. Perdón, no me pude contener ¡ya tienes 17!-chilla emocionado.

-¿Crees que no lo sé?-alza una ceja, los dos se miran con sonrisas.

-Me voy a cepillar los dientes, y cuando vuelva, nos vamos a alocar ¿okey?-murmura comenzando a bajar de su cuerpo y, por ende, de la cama.

-Está bien, sapo-responde cerrando una sonrisa.

Él se la devolvió enormemente para después ingresar al baño de la habitación. Aplicó pasta dental en su cepillo, empezando a limpiar sus dientes mientras se miraba en el espejo, aún sonriendo.

Estaba embriagando sus pensamientos con la sonrisa de Camila, pensando en cada fracción del cuerpo de esta, cada melodiosa carcajada que le había escuchado dar. Para resumir todo, él solo pensaba en lo perdidamente enamorado que estaba de aquella hermosa rubia de ojos verdes.

Bajó sus ojos al lavamanos para escupir la pasta, y cuando volvieron al espejo, un repentino recuerdo lo golpeó de golpe: hoy era el gran enfrentamiento, la supuesta derrota de Brenner.

Eso borró su sonrisa, y le dio paso a la preocupación. Ahora el espejo reflejaba un consternado rostro.

Se acabó de cepillar con algo de rapidez y salió del baño sin hacer ruido. Al cruzar el umbral de la puerta, notó que ella ya no estaba en la cama. Sino de pie, viendo seriamente por la ventana, casi perdida en sus pensares.

Ahí fue cuando otra realidad lo golpeó: hoy ella había matado a Harvey, justo hace un año.

Su expresión cayó aún más, mirando su espalda con tristeza. Empezó a acercarse a ella con un lento paso, hasta abrazarla por detrás, abarcando toda su cintura con sus brazos, apegándola a él y apoyando la barbilla en su hombro. Camila, sin dejar de ver hacia afuera, suspiró.

D a g g e r  { m.w }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora