Capítulo 4

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- ¿Así esperas conquistar a tu prometido? –le retó el Sultán al Jeque con tono hosco.

- No quiero conquistarlo pues no intento vivir un romance con ese niño –gruñó limpiando con un pañuelo el vino sobre su rostro y retirando los trozos de vidrio enredados en su cabello.

Chanyeol lanzó un bufido exasperado, se puso en pie y caminó hasta la cocina para hablar con las sirvientas, les pidió preparar una charola con la cena para llevársela a Baekhyun por sí mismo. Entonces subió las escaleras con lentitud en tanto pensaba en las palabras de su sobrino. El Sultán realmente creía que desperdiciaba la oportunidad que el mundo le daba con un joven tan encantador como lo era Baekhyun. Tuvo envidia y por un segundo deseó poder robarse al novio, pero eso no lo conseguiría.

"¿No es lo que haces, robarte al novio?"

A veces Chanyeol detestaba a su conciencia.

"Con tu amabilidad y buenos tratos lo acercas más a ti y lo alejas de Kasper"

Él nunca lo pensó así pero podía o no tener sentido en aquello, el único pero era que sus acciones eran totalmente inconscientes, tal vez era su corazón hablando.

Llegó a la recámara sintiendo los nervios aflorar sorpresivamente, tocó la puerta tres veces antes de oír la voz de Baekhyun diciendo:

- No quiero ver a nadie.

A pesar de eso entró en la habitación impresionando al joven con su llegada.

- Debes comer –le dijo con calidez.

- Oh, lo lamento.

El Sultán dejó la charola en la mesa ratona de frente a la cama, entonces tomó asiento en uno de los sillones frente a la mesa. Baekhyun limpió sus húmedas mejillas de las lágrimas que brotaron de sus ojos luego de las groserías dichas por Tae Woo, luego se acercó a la estancia y tomó asiento frete a Chanyeol.

- No probaste bocado en la cena.

- Creo que se me quitó el apetito demasiado rápido.

- Entiendo eso. Kasper no fue amable contigo.

- Nunca lo es.

"Pero tú sí, Chanyeol"

Baekhyun aceptó la oferta y siguió a comer la apetitosa carne de cordero y vegetales. En ese momento supo que sí tenía hambre y agradeció profundamente la amabilidad del Sultán al traerle la cena a su habitación.

- ¿Es todo de tu agrado? –preguntó Chanyeol mirando la habitación divisando las valijas de Baekhyun en un rincón de esta aún sin desempacar. Se preguntó si acaso deseaba marcharse y, aún cuando sonara egoísta, quería que se quedara.

"Si se queda será infeliz al lado de Kasper"

"Pero... si se queda contigo..."

- Lo es, y te lo agradezco.

- Si hay algo que necesites no dudes en acudir a mi.

- Eres demasiado amable –comentó alegre llevándose un trozo de melón a la boca, lamiéndose los labios casi lascivamente, fue inconsciente pero ambos lo disfrutaron. Chanyeol se puso duro al pensar en esa rosada lengua acariciando su falo, y Baekhyun se sonrojó ante la lujuriosa mirada que tenía su acompañante, eso además del bulto que comenzaba a resaltar en su túnica- ¿Q-quieres? –le ofreció una perla de melón acercándosela a los labios de Chanyeol.

El deseo fue más poderoso que el juicio del Sultán quien inmediatamente luego de escuchar la oferta tomó a Baekhyun por la muñeca de la mano que sostenía el jugoso trozo de melón y la acercó a su boca abierta donde metió el melón y se atrevió a lamer los dedos del chico. A penas daba crédito a lo que pasaba y por la mente de Baekhyun volvieron a pasar las eróticas imágenes que cada noche osaba tener con Chanyeol desde que lo conoció. Se imaginó a sí mismo sobre el piso, con el culo levantado y sin ropa mientras que a su espalda Chanyeol acariciaba su húmedo miembro mientras su boca acariciaba su entrada. Debía parar o se correría sólo con su imaginación en ese preciso instante.

- Lo siento –murmuraron los dos al unísono cuando el raciocinio regresó a sus acalorados cuerpos.

Chanyeol tragó grueso al sentirse acorralado bajo la intensa dulce mirada de Baekhyun, quiso saber cómo serían sus ojitos si estaba bajo su cuerpo, gimiendo, caliente y mojado. Se le antojó como postre.

- Debería irme ya –consiguió decir antes de salir a tropezones de la habitación sin esperar respuesta de Baekhyun.

Exhalando un suspiro el doncel terminó sus alimentos, bebió de la copa de vino y se dispuso a tomar un baño. La sierva de Baekhyun apareció, llenó la bañera de agua caliente y arrojó sales minerales. Cuando la dama se marchó, Baekhyun se tomó la libertad de desnudarse, arrojó el vestido a un lado de la cama de donde lo recogería la doncella en la mañana; se retiró las sandalias y manillas, entonces estuvo preparado para tomar un baño. Al quedar en bragas se dio cuenta de lo mojadas que estas estaban y cuan excitado se encontraba. Maldijo. Entró en el agua soltando un gemido, su miembro y su entrada estaban muy sensibles, tanto que el agua le causaba placenteras sensaciones.

"Chanyeol", a pesar de que era un pensamiento casi pudo jurar que gimió el nombre.

- Mmgh... -echando la cabeza hacia atrás se atrevió a aventurarse en su cuerpo, tocó sus pezones, los estiró deliciosamente hasta dejarlos rojos-, ohmm... -deslizó su mano por su vientre hasta su entrepierna, acarició su miembro sobre la tela de sus bragas pero cuando la necesidad arrolló sus sentidos se desprendió de aquella única prenda que le quedaba dejándola en algún lugar de la tina de baño- ¡Ah! –exclamó cuando sintió su entrada ser llenada por sus dedos.

 -deslizó su mano por su vientre hasta su entrepierna, acarició su miembro sobre la tela de sus bragas pero cuando la necesidad arrolló sus sentidos se desprendió de aquella única prenda que le quedaba dejándola en algún lugar de la tina de baño- ...

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"Chanyeol, te necesito", quiso gritar mientras sus dedos se abrían, expandiendo su agujero. Baekhyun se preguntó cuánto más podría abrirlo, así como se preguntó cuan grande sería el pene de Chanyeol y si lograría entrar en su ajustado agujero.

Desde los dieciséis, Baekhyun pensó que sería buena idea, dada su condición como doncel, descubrir los placeres de su sexualidad, era un joven muy precoz así como pervertido, facetas que no le mostraba a todo el mundo y las cuales estaban bien escondidas bajo su rostro de ángel inocente.

Mordía sus labios con fuerza, temiendo que si alguien llegaba a oírlo, y en especial si era su amor platónico, pensaran que era un jovencito impropio y repugnante. Lo que él no sabía es que Chanyeol estaba atendiendo sus propios problemas en la cama, desnudo y con su miembro erguido en la mano.

"Es enfermizo pensar así del prometido de tu sobrino", se reprendió a si mismo mientras su mano subía y bajaba por la longitud pensando que eran los dulces labios del joven, húmedos y apretados. Una y otra vez su mente reproducía aquel momento cuando Baekhyun ingenuamente le ofreció melón, cuando no sólo le dio la fruta si no un pase directo a la más deliciosa lujuria que alguna vez pudo imaginar.

Empero, oh, deseaba tanto joder a Baekhyun, en todas partes y a todas horas, sin descanso hasta que el pequeño cayera rendido. Verlo era una tortura y a la vez la mas exquisita tentación, pero aquel deseo venía seguido de arranques lujuriosos muy peligrosos. Baekhyun lo hubo convertido en un peligro para si mismo al no poder controlar sus propios impulsos.

De cierto modo su desespere sexual era atendible pues desde que su prometida falleció no hubo intimado con mujer alguno, y aún antes de eso poco pudo acoplarse con la mujer, y de eso ya son mas de tres años. Ningún hombre con el poder y atractivo de Chanyeol deberían pasar por necesidades sexuales, antes nunca las tuvo, pero tras la llegada de su pequeño ángel del pecado, todo aquello fue arrojado a las profundidades del mar, dejando a penas un resquicio de raciocinio con el cual luchar.

"Te ansío mío, Baekhyun, pero estás tan prohibido para mi que me vuelvo loco" 

El Amante del Rey (Chanbaek)Where stories live. Discover now