Capítulo 12

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- Mi Señor, la celebración de compromiso debería llevarse a cabo en un par de semanas.

Oh no, no podía ser así.

Chanyeol desvió la mirada visiblemente incómodo por el comentario de uno de los secretarios, no quería volver a pensar que el hombre que amaba en realidad no le pertenecía y que pronto se casaría con su sobrino. Minho le dio una fea mirada, de advertencia, como ya muchas veces antes tuvo por el mismo tema y al cual le rehuía con ferviente temor.

- ¿Se puede aplazar?

Sus ministros lo miraron con extrañeza dada lo raro de la petición, en realidad antes de la selección de novias, Chanyeol fue el principal impulsador de una boda rápida, y ahora era quien pedía lo contrario.

- ¿Cuánto tiempo desearía aplazar la celebración? -inquirió con cautela y duda.

- Un mes al menos -respondió con firmeza.

Un mes sería suficiente para saber si sus sentimientos eran duraderos, si su relación con Baekhyun tenía futuro, y si sus propias leyes le permitirían sortear la situación de forma que el prometido del joven Byun fuera él y alejar definitivamente a Kasper de sus vidas.

- A sus órdenes -complacieron los ministros ante la petición, unos minutos más tarde se retiraron.

- ¿Así solucionas los problemas?

Minho fue condescendiente, algo hosco y sin tacto al momento de juzgar socarronamente el actuar ajeno.

- Es lo mejor que puedo hacer por ahora.

- Bien sabes que no es así.

- Tu mismo dijiste que ya era tarde para elegir otro consorte para Kasper -refutó.

- Nunca dije que no podías romper el compromiso.

- Si lo hago, de una u otra forma Tae Woo encontrará la forma de casarse con Baekhyun.

- ¿Por qué estás tan seguro?

- Porque está obsesionado con él.

El Sultán se hizo cargo de su sobrino cuando cumplió los veinte y cinco, luego de que su hermana y cuñado murieran en un ataque al palacio, en el mismo ataque asesinaron a su padre. Tae Woo tenía a penas diecisiete, un joven intrépido, caprichoso y manipulador que Chanyeol logró entender y conocer a lo profundo, lo suficiente como para asegurar cómo era el joven cuando se encaprichaba con una persona, en este caso desafortunadamente era Baekhyun. Quizás debió pensarlo dos veces antes de acceder a una selección de novias que condenaría a un pobre muchachito al cruel yugo de su sobrino.

- ¿Y serás capaz de entregarlo en el altar a pesar de todo?

No, eso no lo haría ni aunque le amenazaran con una espada sobre su cuello.

Pero...

¿Qué estaba haciendo para remediarlo?

Sólo se apegaba a una esperanza vana.

- Cuidaré de él -aseveró.

El Visir bufó disgustado por la necedad del Sultán.

Chanyeol salió del salón, era casi las once de la noche cuando la reunión de ese día hubo acabado, estaba seriamente agotado pero desde que se hubo reconciliado con Baekhyun hace un par de días tenía una rutina que añoraba realizar, visitar al doncel en su recámara, charlar y darle un besos de buenas noches. Muchos podrían decir que era demasiado cursi, una tontería digna de un joven enamoradizo, pero así se sentía, tan extasiado por el amor que no podía hacer si no demostrárselo a Baekhyun en cada oportunidad.

El Amante del Rey (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora