Capítulo 11

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Ese día no era uno de los favoritos, no desde que era el día en el que Kasper saldría de su encarcelamiento correctivo y eso significaba su molestia precencia rondando por la casa

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Ese día no era uno de los favoritos, no desde que era el día en el que Kasper saldría de su encarcelamiento correctivo y eso significaba su molestia precencia rondando por la casa. Pero también podía ser un buen día en brazos de Chanyeol, claro está, y para ello se vistió con un top de encaje negro y bordados en gemas y encaje rosa palo, mismo color de su pantalón de bastas abultadas. El sol era suave, no incandescente como últimamente hubo sido, y lo suficientemente agradable para pasar la mañana en el huerto del palacio. El aroma a tierra recién regada y las plantas le gustaba, y amaba ciertamente las labores de jardinería a pesar de ser un doncel que tuviese en gran estima su apariencia, no le importaba ensuciarse un poco las manos o la ropa si de su pasatiempo favorito se trata.

- No debería lastimar sus manos, señorito, para eso estamos sus sirvientes.

Baekhyun se encogió de hombros mostrándole una feliz sonrisa a Amber.

- No me incomoda hacerlo.

Tomó una regadera y comenzó a echar agua a los jazmines y rosas de junto a la pequeña fuente de piedras. Desde ahí escuchó pasos que se acercaban y cuando alzó la cabeza se encontró con su desagradable prometido.

- ¿Ahora trabajas como jardinero?

Sonaba molesto.

- Sólo me distraigo.

- Podrías distraerte con otra cosa que no te hiciera parecer un mendigo.

El doncel masculló un ligero insulto pero siguió realizando sus labores sin importarle que Tae Woo estuviera ahí viéndolo con desprecio.

- Levántate.

Baekhyun le ignoró olímpicamente, aunque su insolencia no le duró mucho.

- ¡Levántate!

Tae Woo lo tironeó del brazo hasta levantarlo de la tierra, lo tenía sujeto con rudeza mientras sus ojos llameantes le juzgaban.

- Mi futuro esposo no puede ser visto como un pordiosero tirado en la tierra ensuciando sus manos.

- Ser un pordiosero sería mejor que convertirme en tu esposo –escupió con disgusto.

- ¿Quieres que te demuestre lo contrario?

Su tono pervertido, lujurioso, le hizo temblar, sólo la idea de pasar más tiempo apresado por semejante hombre le causaba arcadas.

- Suéltalo –ordenó Taemin desde la entrada del huerto.

- Taemin, siempre inoportuno.

- Te dije que lo soltaras.

- ¿Por qué debería hacerte caso? Eres sólo un doncel.

- Ahora –insistió con tono hosco.

A regañadientes Tae Woo dejó libre a su prometido, fue brusco y le hizo trastabillar.

El Amante del Rey (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora