Baekhyun, un joven doncel, acude al palacio del Sultán como candidato a desposar al Jeque Kim Tae Woo, sobrino del Sultán Park Chanyeol. Su belleza inigualable logró cautivar no sólo a su futuro esposo, si no también al rey de Arabia, y aquella atra...
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Sus manos estaban entrelazadas al igual que sus piernas, la cabeza del doncel sobre el pecho del Sultán dulcemente acurrucada tras una noche intensamente romántica. Cuando las ocho de la mañana llegaron, los ojos de ambos se abrieron, el calor del día los abrazó acariciándolos entre las sábanas.
- Me gustaría despertar a tu lado todos los días –murmuró suave sin querer llamar mucho la atención del otro.
"Tal vez algún día tengamos la libertad de hacerlo", pensó el adulto con cierto pesar.
Cuatro golpes en la puerta les informaron de la llegada de los siervos del Sultán que como cada mañana sucedía antes del desayuno. Baekhyun jadeó alto temeroso antes de abrazarse con fuerza a su amado, sintiendo la nostalgia del adiós llegar. Chanyeol sonrió enternecido por su pequeño jovencito.
- Vuelvan en un momento –pidió con tono fuerte lo suficientemente fuerte como para ser escuchado y obedecido.
Los siervos respondieron un "sí, alteza", y luego se escucharon los pasos alejarse a través del pasillo. Baekhyun puchereó sin querer alejarse del otro, entonces se atrevió a subirse a horcajadas sobre la cadera de Chanyeol, su intimidad chocó algo brusco contra el miembro ajeno.
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- ¿Tengo que alejarme de ti?
- Sólo por unas horas, prometo regresar contigo en la noche –le contestó.
- Es mucho tiempo –se quejó como niño caprichoso.
- Te lo compensaré –prometió acariciando de manera lasciva las caderas desnudas del doncel.
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