Capítulo 6

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Cuando llegaron hasta la recámara del Sultán, este dejó al chico sobre la cama y se puso de rodillas frente a él. La mirada de Chanyeol era de profundo dolor y culpa, mientras sus orbes recorrían las áreas afectadas por la ira de su sobrino.

¿Qué clase de animal osaría lastimar a tan delicada flor?

- Lo lamento.

- No fue tu culpa.

No obstante, Chayeol sabía que eso no era más que una máscara de cristal a la verdad.

- Se supone que debería cuidarte.

- Chanyeol, no puedes estar tras los pasos de Tae Woo para evitar que lastime a otros -trató de razonar con él en tono dulce, sin reproches ni acusaciones.

El alto se negó a continuar una charla en la que estuviera inmiscuida su culpabilidad pues no importaba cuánto se esforzase Baekhyn por esclarecer el asunto si al final del día su conciencia no le dejaría dormir.

- Estoy bien.

- No trates de mentir cuando tu cuerpo está tan maltratado.

Lo dijo en tono duro que hizo cohibir a Baekhyun, quizás porque en ese momento con todos los moretones en su cuerpo, su mejilla hinchada y el labio partido no se sentía tan bonito, ni mucho menos se creía merecedor de una mirada de tan atractivo hombre.

- ... Es esta la razón por la que le temo al compromiso -murmuró el doncel recogiendo sus piernas contra su pecho, sin pesar que desde ahí le daba una interesante vista a Chanyeol de su entrepierna-. Cuando era más joven mis padre me presentaron a muchos pretendientes, la mayoría como Tae Woo, de carácter fuerte y agresivo, sin controlar sus emociones ni acostumbrados al rechazo. Siempre creí que llegado el momento el destino me daría a alguien mejor para esposo.

Su voz lastimera, triste y sollozante le hizo sentir aún más culpable porque fue él quien presionó a su sobrino con un matrimonio, y ahora hubo condenado al hombre más bello de la tierra a la atadura de un compromiso mortal.

- Le tengo mucho miedo -admitió antes de echarse a llorar entre espasmos de su cuerpo.

Consolar era uno de los dones que a Chanyeol no se le fueron otorgados al nacer, mucho menos lo desarrolló al crecer, mas eso no le impidió abrazar a Baekhyun una vez se hubo sentado en la cama, al lado del tembloroso joven.

- No dejaré que el vuelva a tocarte -le juró en voz baja.

- ¿Cuánto tiempo podrás sostener esa promesa, Chan? -le preguntó apartándose de su cuerpo como si su solo toque le debilitara.

- El que sea necesario.

Empero, ambos sabían que a largo plazo no podía durar, por mucho que el deseo por cuidar y proteger fuera intenso en la praxis eso era... imposible.

"No si él se convierte en tu consorte"

Y eso era aún más complicado.

- No podrás cuidar de mi una vez que Tae Woo ponga una alianza en mi dedo.

Chanyeol quiso maldecir como si de un vulgar ladrón se tratara, realmente no quería pasar por todo esto.

- Lo haré aún después de eso -le juró dejando un beso en su mejilla, un acto atrevido pero que fue bien aceptado por ambos.

Baekhyun se sintió reconfortado aunque la tristeza en su corazón no se disipaba. Por el momento era lo único que necesitaba para ser feliz, unas palabras dulces, caricias y... besos, de preferencia no en su mejilla.

Pronto llegó Minho, el sanador, Aslan y su cuidador, interrumpieron la escena para dar rienda suelta a la ronda de curaciones al doncel y al felino. El sanador se acercó a la cama donde yacía al doncel una vez que Chanyeol se hubo apartado, revisó las lesiones y procedió a untar cremas y ungüentos en los moretones para que sanaran más rápido y minimizaran el dolor. El sanador de Aslan revisó y desinfectó algunas cortadas provocadas por los latigazos, no era nada de gravedad que ameritara sutura, eso fue algo tranquilizador para Baekhyun y redujo su carga culposa.

El Amante del Rey (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora