CAPÍTULO 22

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El amanecer era muy bonito al igual que el atardecer, ver el degradado de colores, como el sol se escondía o comenzaba a verse en el horizonte era algo que me encantaba

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El amanecer era muy bonito al igual que el atardecer, ver el degradado de colores, como el sol se escondía o comenzaba a verse en el horizonte era algo que me encantaba.

El día de hoy iría a la enfermería, no porque estuviera mal necesariamente, sino porque con las visitas frecuentes que hacia a la enfermería, Madame Pomfrey me había tomado cariño y yo también le había tomado cariño.

Madame me había aceptado como una especie de aprendiz, aparte a veces la ayudaba con algunas pociones que le faltaban y así no molestaba al profesor Snape.

Ademas mamá me había mandado galletas, esas que les mencione que preparábamos juntas, esas; bueno este año ella las había preparado sola, pero eran de ella y ese era el mejor regalo del mundo.

Así que quería llevarle a Madame Pomfrey unas cuantas ella hacia mucho por mi, parte de que guardaba mi secreto.

Cuando llegue a la enfermería, a Madame Pomfrey se le veía ajetreada, pensé que podía ser por los petrificados pero no era eso.

— Poppy, buenos días — salude a Madame que iba de un lado a otro.

— Ohh, Selene que bueno que estas aquí, necesito ayuda — dijo alterada.

— Dígame en que la ayudo — dije avanzando hacia ella.

— Necesito que prepares unas pociones, hay que curar a esta niña — dijo señalando a la alumna que estaba sentada en la camilla.

Me fije bien en el rostro de la niña, era Granger que le había pasado, parecía un gato, una especie de híbrido... una mujer gato, si creo que ese seria un buen nombre para describirla.

¿Como le había pasado esto?, debido a que no hay muchas formas de quedar así, diría que era por una poción multijugos mal ejecutada, se debió de confundir de cabellos y en vez de poner cabellos de una persona puso los de un animal, mas concretamente los de un gato.

— Granger, ¿qué te paso? — hable mirándola de arriba a bajo.

— No te burles Malfoy — me dijo amenazante, pero yo solo pude sonreír, lo lamento pero no pude evitarlo, como se veía no se le podía tomar en serio.

Granger me miro feo al ver que me estaba riendo — Lo lamento pero es que es algo gracioso — dije mirándola.

—  Lo se, doy vergüenza — dijo apenada.

— No, no das vergüenza Granger — ella me miro extrañada, pero al final me dedico una vaga sonrisa.

— Arreglaremos esto, no te preocupes — dije levantándome, para caminar hacia las repisas y sacar lo que necesitaba para hacer una poción para curarla.

— Iré a preguntarle al profesor Snape, si tiene alguna poción para esto, sino tendremos que prepararlas todas desde el inicio, cuida a la señorita Granger mientras vuelvo — hablo Madame mientras me señalaba y después a Granger.

THE TRUTH AFTER THE LIE- Fred Weasley (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora