Capítulo 04 🏀

48.1K 5K 1.8K
                                    

C H L O E

Me levanté de un salto y vi a mis compañeros, observándome confusos.

¿Qué hacían ellos allí?

—Creí que no querías venir —comentó Eros, rompiendo el silencio.

—No sabía que vendrían aquí —respondí, encogiéndome de hombros.

—Aguarden, ¿ella es la chica nueva? —preguntó un chico desconocido. Que por un instante, me pareció conocido.

Vaya que las noticias vuelan. Ahora soy la chica nueva.

—Así es —aseguró Jack.

E inmediatamente, todos me miraron curiosos y me saludaron. Aunque aquel saludo se sintió con varias intensiones.

Intensiones de las cuales no estaba interesada. Claramente.

Rodeé los ojos, ignorándolos.

—Yo la vi primero —reclamó Eros, acercándose y colocando su brazo por mis hombros.

Reí, divertida.

Eros solía ser un idiota, pero uno divertido. Sin duda.

—¿Qué hacen aquí? —cuestioné, viendo como Eros disfrutaba tener su brazo en mis hombros.

—Íbamos a jugar, ¿te apuntas? Nos falta uno —respondió Eros.

—No, ella no va a jugar con nosotros —dijo Jack.

—¿No? ¿Quién lo dice? —mascullé, quitando el brazo de Eros de mis hombros y acercándome a Jack, para mirarlo directo a los ojos.

Era más que obvio que solo quería hacer la partida más entretenida. Así que, decidí seguir su estúpido juego.

—Podemos lastimarte —respondió Jack, con una sonrisa Irónica.

—Ja —reí irónica—. Eros, Evan, Joel y tú —dije apuntando al chico desconocido—. Conmigo.

—No es justo, no me dejaste elegir —se quejó Jack.

—¿Tienes miedo, Ángel? —dije manteniendo mi sonrisa y cruzando mis brazos.

—No —respondió haciéndome reír. Repetir escenas de mis libros favoritos de adolescente, seguía siendo divertido.

Hasta que la partida comenzó y la diversión se convirtió en competencia.

Con Jack nos colocamos dentro de la órbita central. Cada uno tenía uno de sus pies casi rozando la línea que separa la cancha en dos mitades y el resto del equipo estaba afuera círculo.

En un partido, el árbitro es quien desde el centro del círculo, larga la pelota hacia arriba y los dos jugadores saltan para atraparla, en este caso, Joel fue quien lanzó la pelota.

Junto con Jack dimos un brinco y para mi suerte, logré desviar la pelota.

Este se quejó.

Y la partida comenzó.

Eros y Evan, se hacían buenos pases. Lo supe ni bien noté la dinámica de ambos, y así lograban llegar rápidamente hasta el aro donde debíamos encestar.

Evan le cedió el pase al chico desconocido y este me la paso a mí, mientras estaba tratando de evitar a Jack.

Mierda, que era bueno defendiendo.

Pero yo era mejor atacando.

Así que lancé el balón hacía el aro con una bandeja estupenda, marcando una buena canasta. Mi equipo festejó y el rostro de Jack, no se veía muy feliz a mi parecer.

—Esa fue una bandeja impecable —dijo Joel en tono orgulloso.

Lo sé, nene. Lo sé. No he jugado baloncesto toda la vida para que no lo sea.

Y entre pase y pase, el partido estaba llegando a su fin. Íbamos cuarenta a treinta y ocho cuando faltaban solo minutos para terminar, estábamos ganando. Hasta que Jack, me quitó el balón bruscamente y de un empujón.

Logrando que me caiga al suelo.

Eso claramente había sido una grave falta, pero no dije nada. Porque si él quería jugar sucio, jugaríamos muy sucio.

Me levanté rápido, y justo cuando él lanzó la pelota, salté lo más que pude y la tomé en el aire. Para luego pasársela a Eros, quien rápidamente se dirigió al aro contrario y encestó. Debido a que ninguno del equipo de Jack estaba defendiendo ya que creían que con la canasta de Jack ganarían el partido.

—¡Te hice mi bitch! —le grité a Jack, quien tenía cara seria. Hasta que le grité y sonrió vergonzosamente.

Quizá me excedí un poco con la emoción, pero de todas formas le gané.

Bueno, le ganamos.

Todos allí se rieron ante mi expresión, me felicitaron por cómo jugué y se lamentaron que solo pueda jugar en el equipo de las chicas. Que al parecer, era muy en serio estaba decaído.

Lo cual me dejó un sabor ácido en la boca y no dejaba de pensar qué diablos estaba haciendo con mi vida.

Pero como siempre, el agotamiento pudo conmigo y acepté ir a cenar a un restaurante de comida rápida con ellos, y allí se presentaron todos. Parecían bastantes amigables a pesar de intimidar a la hora de juga, sumando que físicamente eran altísimos y con una mirada deseas echar a correr muy lejos de ellos.

Cuando llegamos a la casa, me acordé de Harry y de mi móvil. Pero al chequear mis notificas, supe que él no se acordó de mí. Porque no tenía ni un mísero mensaje y eso, eso fue triste.

¿Nuestro primer día en la Universidad y empezábamos así?

Qué mierda.

No era alguien que dependía mucho de la otra persona, pero aún así me gustaba hablar, contarnos cosas. Siempre creí que conversar con el otro era importante.

Siempre creí que la base en una relación era la confianza. Contar con la otra persona, pero últimamente, Harry estaba demasiado aislado.

Y yo no quería cumplir el papel de esperar el más mínimo afecto por su parte y conformarme con poco.

Y yo no quería cumplir el papel de esperar el más mínimo afecto por su parte y conformarme con poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

H O L A A <3

¿Cómo están?

Espero que bien y que hayan disfrutado de este capítulo, por mi parte amo cuando Chloe le grita a Jack jeje

No olviden de comentar qué les pareció, que con la nueva edición se van todos los comentarios y lloro. Pero bueno, todo sea por tener una novela más bonita.

Nos leemos en el siguiente capítulo.

Besos sabor badboy.

Los chicos de Chloe | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora