|Capítulo 39|

36.5K 4K 1.1K
                                    


Evan se veía frágil, como si su corazón se hubiera hecho trizas. Tal y como ellos me apoyaron después de que dejara a Harry, era hora de ayudar a Evan. 

Le tendí el almohadon que me habían regalado y en vez de golpearlo como hubiera hecho cualquiera, lo abrazó y se recostó en el sofá. 

Junto con Eros no acomodamos en el suelo y pusimos friends. Tomé las golosinas que me había comprado Eros hace tiempo, y se las di a Evan. 

Estábamos viendo el cuarto capítulo cuando recordé las mascarillas que había comprado Eros, eso siempre era relajante. Fui a mi dormitorio para tomarlas y volví a la sala.

—¿Quién quiere usar una relajante mascarilla? —propuse.

Evan negó con la cabeza.

—Solíamos usarlas con Edda —comentó Eros levantándose del suelo—Evan levántate, será divertido.

Evan cerró los ojos con fuerza y ladeó la cabeza. Para luego soltar un bufido y sentarse en el sofá.

Sonreí satisfecha y les tendí a cada uno, una mascarilla. Eros nos sacó unas cuantas fotografías, y al quitarnoslas, nuestra piel estaba super suave.

Al rato Eros apareció con mis esmaltes y me pintaron las uñas.

—No sabía que tenían el don de estilistas —bromeé.

—Edda siempre se salía con la suya —opinó Evan con una media sonrisa.

Y cuando terminaron, tenía uñas amarillas y azules.

—Me encantan —admití.

—Lo sabemos —dijo Eros en tono orgulloso.

—Iré a dormir, fue un día largo y agotador —anunció Evan para luego soltar un bostezo.

Junto con Eros asentimos y nos quedamos en aquella sala, mientras friends seguía en la pantalla.

—Estoy muy orgulloso de como jugaste hoy —comentó Eros con una sonrisa de boca cerrada.

—Todos lo hicimos muy bien.

La puerta principal de la casa se abrió y trajo consigo tres chicos ebrios, mientras reían escandalosamente.

Cuando llegaron a la sala, nos examinaron con los ojos entrecerrados.

—¡Jack no me dejó quedarme con la mesera! —gritó Joel molesto. 

Reprimí una risa, al igual que Eros. 

Y luego vimos como Joel se iba a su dormitorio.

—La mesera me quería a mí, pero shh no se lo digan —murmuró Jack, para luego retirarse hacía su habitación.

Steve quien estaba serio dijo: 

 —Sasha me rechazó porque le gusta alguien más, díganle a Evan que se arriesgue, estoy seguro que se refería a él.

Eros sonrió mostrando los dientes y asintió. 

—¿Dónde dormiré? —cuestionó Steve. 

Iba a responderle pero Eros se me adelantó.

—Ve al dormitorio de Chloe, ella se quedará conmigo.

Steve asintió sin problema alguno y yo me quedé congelada. Sabía que eso no sería muy buena idea, debía oponerme.

—Dormiré en el sillón —comenté segura.

—Claro que no —dijo Eros serio.

Si él quería discutir toda la noche en dónde dormiría, no tenía problema. Pero estaba cansada, así que me dirigí a mi dormitorio, con la esperanza de que Eros no me siga.

Los chicos de Chloe | PRÓXIMAMENTE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora