Capítulo 22: Un combate fantasmagórico.

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—Muy bien, ¿Me puedes explicar de nuevo como es que pasó todo esto?

—Me lanze a un agujero.

—Hablo de la explicación con más detalle, idiota.

Al chico no le agradaban para nada los hospitales, así que digamos que no estaba de buenos ánimos en el momento y los regaños que estaba recibiendo no ayudaban mucho.

Como odiaba esto de no poder moverse cuando quisiera.

—No se de qué hablas.

—Estoy hablando de las tres leyendas que están esperando en la entrada del hospital, Ryū.—Dijo con una vena remarcada en su frente.

—Ah si, eso.

El chico hizo como si recordara algo, cosa que a la chica obviamente la molesto, ya que como se lo imaginaba el albino estaba disfrutando de hacerla enojar porque sí y aún no entendía por qué, o porque no quería hablar sobre el tema.

—Con permiso.—Un hombre con bata entró a la habitación.—¿Todo bien?

—¿Me puedo ir ya?

—¡Ryū!

Al Doctor le recorrió una gota de sudor por la sien al ver que el chico nisiquiera le saludo cuando llegó y también por el golpe en la cabeza que se llevó de la chica después de eso, sumado a otros regaños, le parecían algo raros.

—Bueno... Tenías cada dedo de tu puño derecho roto y sumado a eso una fisura en el fémur de tu pierna izquierda, tu cadera también sufrió daños y además estabas notablemente fatigado...

—Vale, ya entendí el punto, estoy jodido.

—Pero qué... ¿Como le haces para lastimarte tanto?

Si no gritaba es porque estaban en un hospital, pero enserio estaba molesta.

Lo dejo solo por 25 minutos y cuando volvió ya estaba hecho mole, literalmente.

—Tranquilos... Por suerte los movimientos sanadores de los Pokémon también funcionan en humanos, claro que no de igual forma así que no quedarás totalmente saludable luego de eso.—Recalcó esa última parte, como si quisiera que entendiera algo.—No puedes esforzarte demasiado por un tiempo, ¿Entendido?

—No se preocupe, me aseguraré de que así sea.

"Voy a ignorar eso." Se dijo mentalmente, ya planeando hacer como si su cuerpo estuviese en perfectas condiciones apenas saliera del hospital, porque así de irresponsable era consigo mismo.

—Una cosa más... Cuando te demos de alta,¿Podrías hacer algo con esos tres en la entrada?—Pidió algo nervioso.—Están asustando un poco a los familiares de los pacientes...

—...

—Lo intentaré... Pero yo no les pedí que se quedarán ahí así que no aseguro nada.

—Supongo que eso es suficiente, tengan buena tarde.

Ryū simplemente se hecho en su cama cuando el doctor se fue, ignorando lo que Rouse le decía, no porque no quisiera escucharla, es que simplemente no podía, el cansancio del que hablaban antes le pasó factura y se durmió a los pocos segundos, realmente necesitaba descnsar.

Mientras tanto ,fuera del hospital.

(Me siento como una diva justo ahora.)

Como era de esperarse la ciudad se movilizó muy rápido al enterarse que el trío de legendarios que protagonizan una de las leyendas más conocidas de la ciudad se estaba dejando ver luego de mucho tiempo, y la prensa fue la primera en llegar al sitio, dónde para su sorpresa encontraron a esos tres Pokémon sentados en la entrada como si estuvieran custodiando algo.

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