Beso De Medianoche

Capitulo 11.

Los primeros rayos de luz iluminaban, la tranquila habitación dejándose ver a dos bellos jóvenes. Que se mantenían en un cálido abrazo sin intenciones de querer alejarse de su reconfortante refugió.

Soltando uno que otro gruñido de malestar el joven cazador con pesadez, va abriendo sus ojos, llegando de golpe a su vista aquel pálido pero a su vez atractivo rostro de aquel vampiro. Llegandole de golpe los recuerdos de la noche sintiendo su rostro arder como nunca, entrando le una ganas de salir corriendo de ahí y más al ver parte de su pálida piel marcada por completo de marcas rojas y una que otra moradas.

Que diablos maldita sea!! Debo salir de aquí ahora.

El cazador trata de alejar aquellos fuertes brazos que lo sujetan fuertemente de la cintura, sentido algo en su corazón que  no deseaba averiguar qué era. Y mucho menos que aquel vampiro derribara por completo todas sus barreras.

Sueltame con un demonio Yibo no debo dejar entrar esta calidez en mi corazón!

Con determinación y algo de esfuerzo, logra retirar aquello brazos, alejando aquel sentimiento de vacío que sintió al hacerlo. Mirando por un momento aquel rostro tan sereno sin saber el motivo, se encontraba acariciando aquellos desordenados mechones cafés, pasando a recorrer sus mejillas, era sumamente hermoso, su piel suave al tacto aquel dulce y atrayente aroma que desprendía de aquel vampiro. Deseaba volver a besar nuevamente, aquellos labios tan suaves que encajaban a la perfección con lo suyos.

Haciendo caso a sus deseos captura aquellos labios en su suave beso, disfrutando de la sensaciones que le mandaba por todo el cuerpo, soltando un jadeo al sentir aquellas manos traviesas apretar su trasero. El vampiro gustoso correspondía aquel beso, aprovechando de introducir su lengua, recorriendo cada rincón disfrutando de los suspiros en medio de aquel beso mordiendo y chupando hasta quedar satisfecho.

_Buenos días_riendo atrae más a su rosa que tenia el rostro completamente rojo y maldecia un sin fin de cosas_

_Aprovechado eres un aprovechado maldita sea pudrete Yibo_

Decía con vergüenza contra aquel ancho y delgado y bien trabajado pecho, sabia que realmente no tenía fuerza de voluntad para alejarse de él. Ya no la tenía para nada. Ese estupido vampiro se estaba haciendo importantes en su vida, eso le aterraba que eso pasara por completo.

_Zhan eres hermoso_ con adoración reparte caricias por toda la espalda deleitandose con los suspiros que daba_

_Y tu un maldito pervetido_

_No lo soy_se defiende_

_Claro y yo soy sonriente_

Con sarcasmo pone los ojos en blanco mirando nuevamente aquellos expresivos ojos cafés, que lo miraban con suma adoración. Maldisiendose una y otra vez por lo que había echo a un sentia aquellas manos recorrerle todo su cuerpo, aquellos dientes atravesando su piel, empezaba a sentir su cuerpo arder en deseo era mejor que no recordara hasta donde había llegado la noche pasada.

_En que piensas para que estes así de rojo_ no dejando pasar aquel detalle el vampiro alza un ceja formando una sonrisa burlona_

_En nada que diablos quieres que piense_

_No lo se_hace una pausa acercándose aquellas lindas y rojas orejas_ Tal vez en lo que hicimos anoche en lo jodidamente sexi que te veías_

Querer correr y desaparecer era poco para el pobre cazador, que moría de vergüenza antes esas palabras y más por aquel tono empleado, que le provocó un  frío placentero que casi lemanda a soltar un jadeo. Odiaba como el vampiro tenía a su merced cada rincón de su cuerpo y lo peor era que el lo empezaba a desear, olvidando casi por completo el odio que tenía en su corazón, aquel vampiro lo estaba cambiando y lo sabía.