Capítulo 28.

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El invierno empezaba a llegar a su fin, la blanca capa que cubría todos los alrededores con el paso de los dias se iba desapareciendo lentamente, mostrado la vegetación que poco a poco  se abría paso para volver a florecer con todo su esplendor.

El estanque que se encontraba cerca del castillo la fina capa de hielo que lo cubría, empezaba a desaparecer en su totalidad las noches nevadas que eran observadas por todos los habitantes de aquel pueblo empezaban a desaparecer. La primavera estaba a punto de llegar y cubrir todo de colores y vida dando una nuevo inicio a un ciclo lunar. El gran jardín de rosas pese al invierno se mantenía con su esplendor, todos los nuevos capullos de flores lentamente empezaban a florecer las pequeñas gotas de agua le servía como rocío.

Dentro del castillo donde las paredes eran odarnadas por cientos de nuevos recuadros, donde se contemplaban unos hermosos seres pintados con detalle capturando su angelical belleza única, pequeñas risitas inundaban los vacíos corredores que se encontraban cálidos debido aque la gran chimenea se encontraba prendida, las diversas risas provenían de las habitaciones principales que se encontraban en el segundo piso.

Entre más se adentraba hacia donde estaban las  habitaciones, más cuadros adornaban las paredes en unos se mostraban dos jóvenes de una bella sin igual, en otros unos bebés que detonaban vida y ternura, hermosas rosas estaban en cuadros como el ca...

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Entre más se adentraba hacia donde estaban las  habitaciones, más cuadros adornaban las paredes en unos se mostraban dos jóvenes de una bella sin igual, en otros unos bebés que detonaban vida y ternura, hermosas rosas estaban en cuadros como el caer de la nieve, al final había un enorme cuadro que cubría más de la mitad de la pared. Donde se encontraban dos jóvenes de una hermosa apariencia comparada como de la luna, con una sonrisa en sus rostros se miraban con elegancia mostrando los imponentes que eran en vida.

Tras la puertas entre abiertas que mostraban el interior de una habitación, hermosamente decorada  con el cielo azul y las estrellas en el techo, unas delgadas y blancas cortinas danzaban por el aire que entraba en el interior, habían tres cunas de diferente colores y diseños cada una, una linda joven soltaba diversas risitas al ver los gestos graciosos que hacia la pequeñas bebés.

Que se encontraban en la cuna reían por los sonidos que escuchaban, los bebés vampiros cuando nacían podían ver hasta lo cuatro meses como también su verdadero color ojos se mostraba, su desarrollo dentro del vientre era rápido pero cuando nacían era un poco más lento para así asegurar que se desarrollaran bien.

— Mi pequeña mira esa sonrisa que tienes ahí es un echo estoy mirado a mi amado príncipe cuando nació -habla con emoción es su dulce voz tomando con delicadeza a la pequeña vampirita_

—Sin duda es la hija de nuestro príncipe, pero ahora sería nuestro Rey_

La profunda como tranquila voz del vampiro, hizo que la joven sonría había pasado muchos siglos desde que ambos vampiros habían sostenido a un bebé habían pensado que jamás iban a poder vivir esa sensación nuevamente. El vampiro se acerca a la cuna para mirar a su dulce bebé que al sentirlo empezó a estirar sus bracitos con desesperación, Liu al ver la inquietud de su hija la tomó entre sus brazos miestras empezaba a cantarle una melodía.

Beso De Medianoche Où les histoires vivent. Découvrez maintenant