Capítulo 24.

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¿Como las cosas habían terminado así?¿Por que no había echo caso desde un principio? ¿Por el tormento que pasaron? ¿Por qué no le dijo a su padre un te amo antes de irse?

Esas preguntas se le formaban y llegaban una tras otra como torrente, el sabor metálico inunda su boca el poco aire que lograba llegar a sus pulmones, era como fuego quemaba todo a su paso, la sangre brotaba de sus labios. Un fuerte sunbido en sus oídos le indicaban qué estaba a punto de terminar lo último de vida que había en su cuerpo lo ha vandonara.

Susurros con eco se escuchaban aquellas voces que celebraban por fin la muerte de uno de ellos, lagrimas adornaban sus mejillas pálidas casi blancas del joven cazador por la falta de sangre en su cuerpo. Lagrimas de dolor y desolación soltaba  al ver aquel cuerpo inerte en el suelo, sin un poco de vida en aquellas blancas mejillas que una vez fueron de un lindo color cereza, aquel rostro etero ahora era adornado por manchas de suciedad y sangre, notables ojeras negras y aquellos labios de un color morado todo indicaba lo carencia de vida.

El joven cazador aún con todo el dolor en su destrozado cuerpo, se arrastra en la tierra y desechos para llegar junto donde se encontraba inerte su compañero y familia. Quejidos salían de su boca roncas y adolorida palabras pronunciaban al tocar aquella fria mano. Y negar la ausencia y la soledad en la que se encontraba en sus últimos  momentos de vida que le quedaba, sus ojos ardían la sangre subía por su garganta y la culpa lo invadía tal cuál torrente.

Las personas que se encontraban ahí reian y miraban con morbo y con sadicfacion lo que habían echo, desde hace más de diez años habían buscado como atacar y acabar con los hermanos de la Luna y ahora lo habían echo. Mantado a sus hijos y esperaban pacientemente que el único joven que estaba muriera para poder seguir con lo último de su plan.

Brindaban y bailaban en los restos de la fogata que a un alumbraba un poco por lograr unos de sus objetivos que tenían. Por fin habían logrado lastimar de una manera sin igual aquellos insolentes cazadores, el primer ataque había sido matando aquella cazadora junto a todo su pueblo con ella ahora sus hijos.

El viento soplaba el sol adornaba el cielo, el ambiente tenía un toque nostálgico y triste esa mañana, en el suelo el joven cazador luchaba en mantener los ojos abiertos por un segundo más, un deseo embargaba su corazón y era solo por un segundo ver a su familia y decir cuanto los amaba.

La vida y los sucesos que traen consigo no son justos, lo jóvenes cazadores lo habían entiendo muy bien y sabían que jamás volvería aquel castillo, aquella ancla se había ido no quedaba nada absolutamente nada solo el frío de la tierra y el penetrante olor a sangre en el lugar que viajaba con el viento. El cazador podía escuchar con eco las voces distantes de aquellos vampiros diciendo una y otra vez "No te riendas"

X..XiXi lo s.s.iento mucho -con voz rasposa hablaba derramando lágrimas_

Como si de una cinta se tratase todos los recuerdos invadieron su mente del cazador, risas, bromas, lo viajes largos bajo las estrellas la veces donde durmieron bajo aquel amoroso abrazo. Todas esas aventuras y aprendizaje, los cuidados y el crecimiento de aquel bebé que cuido.

La llegada de aquellos vampiros, las cientos de bromas que hicieron en aquel castillos, aquel hermoso jardin de rosas que podía ver entre el delirio que tenía y oler la fragancia de las rosas y escuchaba  aquella manera de como le llamaba su padre por última vez. Lagrimas salían adornando su rostro magullado y sucio con rastro de sangre seca, de su boca sangre escurría el cazador sabia que era el fin de todo.

— Xing  no puedo respirar -decia entre cortado tosiendo sagre- T.tengo miedo e..en esta v..vida entre l..lagrimas d..iras Gracias -decia tratándo de formar una sonrisa- P..por t.todo y lo siento XiXi nos v..veremos pronto_

Beso De Medianoche Donde viven las historias. Descúbrelo ahora