Capítulo 23.

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La noche pasaba lenta era acompañada del frío aire que mecia los árboles que rodeaban aquella lejana cabaña, que la iluminaba la enorme fogata que se encontraba en medio del lugar. Los fuertes gritos habían cesado por el momento, en la lejanía y la oscuridad del bosque amarrados a dos troncos de madera se encontraban los jóvenes cazadores.

Que se les escapaba el ultimo suspiro de  vida, múltiples heridas adornaban su cuerpos y la sangre los cubría, apenas lograban balbucear algo, el dolor de los jóvenes cazadores era inmenso podían lograr escuchar, los terroríficos resoplidos de los lobos y el sonido de su errática respiración que sea hacia más pesada en cada segundo.

La noche se encargaría de cubrir su dolor e insertidunble de ambos cazadores, que apenas podían mover su mano sin sentir un dolor desgarrador. Empezaban a extrañar aquel castillo y podían oler la dulce fragancia de las rosas, eso no podía ser, su mente estaba jugando con ellos estaban realmente lejos para pensar que estaban a tan solo nada de su hagar.

Aguanta, aguanta tenemos que volver a su lado!!

Ambos cazadores se repetían esa misma oración, para no caer inconscientes por las letales heridas, sabian que volverían a torturarlos hasta que las palabras de aquel hombre se hicieran realidad. Ellos no estaban dispuestos a decirlas jamás lo que los mantenía a flote eran aquellas sonrisas de sus seres queridos, de su familia aunque no pudieran formular una palabra en ese momento, solo con hacer un leve intento de mirarse a los ojos lo sabían.

-Al parecer su espiritu no se rompe toda via para tener esa expresión en sus ojos de fuego a un arden en ellos dignos son de ser los hijos de los hermanos de la luna- con desprecio en sus palabras toma una cuchilla y apuñala dos veces en el costado al quera el hijo de Zhuo_

Cao Xi Ge aprieta los labios al evitar soltar un quejido de dolor no complacerla aquel bastardo más de lo que ya había echo, la herida dolía horrores y podía sentir como aquel líquido caliente salía y volviste empapar sus ropa.

-Que les parece si volvemos a retomar nuestro juego_

-A..l f..inal s..seras t..tu e.el q..que suplique p..por s..su m..muerte- en un hilo de voz habla formandosele un sonrisa apesar de la sangre que salía de sus labios_

Ambos cazadores mordian sus labios, su boca tenía el sabor a metálico por la sangre, que salía de ella los gritos y quejidos abandonaron sus labios, corte tras corte que le hacían. El frío látigo que cai en su espaldas y como abrían su piel, apretaban fuertemente el puño cada vez que aquella filosa punta rascaba su piel. Aquel hombre disfrutaba de torturar aquellos chicos no importaba que hiciera no gritaban lo suficiente, una y otra vez dejó caer el látigo en las espaldas que estaban completamente llenas de heridas  profundas que sangraban. Tomando así un bote dentro contenía algo blanco echandolo en la espalda de ambos escuchando los quejidos de dolor y como se retorcían.

Con ayuda de otras personas lo voltean, con una una sonrisa perversa tensa el arco que tiene entre las manos, que anteriormente le habían dado y dispara dos flechas en las piernas se los ambos cazadores, que solo podían gritar del dolor que sentían en esos momentos. Los cazadores soltaban quejidos apenas podían respirar por el dolor que sentían, yo no había parte de su cuerpo que no estuviera golpeada tenian huesos rotos, un brazo dislocado quemaduras y laceraciones por el todo el cuerpo, y dos flechas enterradas en sus piernas estaban agonizando lentamente sentían como la sangre llenaban sus pulmones y como salía de su boca, estaban perdiendo demasiada sangre ellos lo sabían, morirían de una insuficiencia cardiaca o un paro respiratorio la que llegara primero.

-Maldito inbecil te dije que por esta noche ya no había más tortura- a lo lejos escuchan esa fria voz y ven como empieza a golpear aquel hombre que fue su verdugo_

Beso De Medianoche Where stories live. Discover now