Tentación - En proceso de corrección

20. Pesadillas

Mire a Ryan, tenía una cara de desesperación única, Emily solo lo seguía a donde iba, era gracioso ver como gritaba y se emocionaba cuando encontraba un objeto, estábamos jugando a encontrar el tesoro, el profesor nos había dividido en pares y nos había dado una lista de los objetos que se encontraban escondidos en el bosque… me había puesto con Dylan, ninguno de los dos estaba realmente interesado en jugarlo y estaba segura que Dylan tenía otro tipo de juego en mente cuando me arrincono en un árbol y comenzó a besarme como si no hubiera mañana… este juego me gustaba mucho mas, “Dejar a Taylor sin Aliento” como él lo llamo, era un título muy atractivo y el juego se había convertido en mi favorito en pocos segundos. Ahora estábamos sentados en un tronco, observando con diversión a Ryan, él está muy empeñado en ganar el juego y la pobre de Emily era arrastrada por él.

-¡Lo encontré! – grito Ryan emocionado mientras miraba con adoración al patito de hule en su mano. – ¡Ganamos Emily! – grito emocionado y atrajo a Emily a un abrazo de oso.

Su emoción era contagiosa y no pude evitar sentirme feliz al igual que él.

***

Dormir, dormir, dormir… eso era todo lo que tenía en mente, el viaje de regreso había sido sumamente cansado, ahora estaba en una cama sumamente cómoda y el olor que desprendían las sabanas me hacía pensar en cierta bestia gruñona, trate de buscar una posición cómoda para dormir pero algo me faltaba y no sabía que era, no fue hasta que sentí a Dylan a mi lado que por fin me sentí cómoda, sentí sus brazos a mi alrededor y en pocos segundos caí en un sueño profundo.

Estaba en mi antiguo instituto ¿Qué hago aquí? Todos los estudiantes empiezan a salir de las aulas y pasan a mí alrededor sin mirarme, como si yo fuera invisible, eso es bueno, realmente no quiero que me miren, comencé a caminar en dirección a la salida con prisa y de repente lo vi, me congele en mi sitio y empecé a sentirme nerviosa cuando sus ojos grises se conectaron con los míos, hace tanto tiempo que no lo veía… se veía igual, tenía la misma sonrisa cálida de siempre y los movimientos relajados que lo caracterizaban, cuando estuvo enfrente de mi me miro como solía hacerlo, levanto una mano y la llevo a mi mejilla, en una caricia suave, yo seguía tan congelada que no hice nada al respecto.

-Muñeca… ¿Dónde estabas? – pregunto en tono dulce, envolvió un brazo alrededor de mi cintura. –  Ven vámonos.

Comenzó a caminar conmigo a un lado, ahora todos nos miraban fijamente, de repente reaccione, este era el hijo de puta que se había burlado de mí, me removí bruscamente y quite sus asquerosos brazos de mi, su sonrisa que ahora veía como falsa fue cambiada por una mueca de confusión.

-¿Qué diablos estás haciendo Harry? – espete furiosa.

Su sonrisa burlona apareció y los demás empezaron a hacer un círculo a nuestro alrededor.

-No empieces con tus desplantes de grandeza muñeca… no te queda. – me dijo burlón.

-Cierra la maldita boca Harry, si vuelves a tocarme te vas a arrepentir. – espete.

Todos a mí alrededor empezaron a reír.

-Miren, escuchen a la perra hablar. – dijo Harry. – Si yo fuera tu, definitivamente no le hablaría en ese tono al chico que te hizo el favor de quitarte lo estúpidamente fría que eres, deberías estar agradecida de que alguien se fijara en ti… muñeca no sabes lo increíblemente valiosa que resultaste ¿tienes idea de cuánto dinero gane por acostarme contigo?... ¡¿Escucharon?! ¡Yo me acosté con esta perra frívola y por si querían saber…. Fue un asco!

Todos a nuestro alrededor empezaron a murmurar y a reír mientras me señalaban… todo se estaba repitiendo, no entendía la razón ¿porque me pasaba de nuevo? Me negué a sentirme como aquella vez y no soltar ninguna lágrima, pero la mirada fija de todos y las cosas que decían de mi eran difícil de ignorar, pero eso no es todo, mi corazón se volvió a romper en mil pedazos cuando Harry siguió hablando, no puedo creer que este chico que había sido tan dulce y atento conmigo se comportara así ¿Qué había hecho para merecerme esto?