Tentación - En proceso de corrección

23. Perfecta Para Mi. Parte 2

Lo prometi y aqui esta, esto es lo que faltaba del capitulo... disfruten ;)

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Me obligue a calmarme, mi padre toco la puerta y grito mi nombre otra vez.

-¡Voy! – Grite. – El armario. – Le susurre/grite a Dylan.

Lo empuje al armario y él se metió.

-Taylor. – Susurro Dylan antes de que cerrara la puerta.

-¿Qué? – Chille frustrada.

Tomo mi mentón y me planto un beso rápido.

-Te amo. – Susurro con una sonrisa y luego cerró la puerta.

Una sonrisa enorme apareció en mi cara y se vio interrumpida cuando mi padre abrió la puerta de golpe.

-¿Por qué tardas tanto Taylor? – Pregunto mi padre en cuanto me vio.

-Me acabo de despertar. – Murmure fingiendo un bostezo. - ¿Cómo te fue? – Le pregunte tratando de desviar su atención de mí.

Él se quito su chaqueta y camino hasta sentarse en mi cama, eso me puso nerviosa porque Dylan estaba en el armario y que mi padre estuviera aquí no me daba buena espina.

-Normal como siempre, fue un viaje largo y cansado, tuve juntas en Londres, china y otros lugares, todo está bien, la compañía va bien. – Dijo con una sonrisa que conocía muy bien, era el orgullo de hacer un buen trabajo.

Mi padre ama su trabajo con locura, no es uno de esos trabajadores compulsivos, él es un hombre al que le fascinan los negocios, siempre han sido su pasión y desde que mamá murió se convirtieron en su refugio.

-Me alegro tanto. – Le dije con sinceridad. – Supongo que visitaste muchos lugares entonces.

-No lo creas Taylor, fue un viaje estrictamente de negocios, no tuve tiempo de ver nada de las ciudades a donde fui… ¿Dónde está mi otra pequeña?

-Ella y tía Margaret están con mi tía Carolina ¿No lo sabías? – Le conteste.

-Lo olvide, Carolina me llamo.

-¿Ya desayunaste? – Le pregunte recordando que mi novio estaba en el armario.

-No, aun no ¿Quieres que vayamos a un lado a desayunar?

-Claro, solo déjame prepararme ¿Vale? – Le conteste.

-Sí, yo me iré a tomar una ducha y a cambiarme también… Ven aquí hija. – Dijo parándose y dándome un abrazo que me tomo por sorpresa pero que no tarde en responder. – Las extrañe mucho.

-Y nosotras a ti papá. – Murmure y de pronto se me acumularon lagrimas en los ojos, realmente había extrañado a mi padre.

-Dejemos esas peleas atrás ¿de acuerdo? comprende que es difícil para un padre ver crecer a sus hijas… puedes traer a tus amigos, siempre que quieras.

-¿Incluidos chicos? – Pregunte divertida.

-Si… pero nada de novios hasta los treinta señorita. – Murmuro separándose de mí.

-No te preocupes por eso. – Murmure sintiéndome culpable, si él supiera que tengo escondido en el armario.

-De acuerdo, voy a cambiarme. – Dijo y salió

En cuanto se fue, cerré la puerta con seguro y me acerque al armario.

-Eres como esos monstruos escondidos en el armario a los que teme Abby, bestia ¿Qué diría mi pobre hermana si te encontrara escondido en el armario? – Murmure divertida.