El telar del lobo

Capítulo 9: Cambio de planes

T y l e r L. F r e y (presente)

-Por dios chicos ¿Qué demonios paso?- dijo Samuel mientras entraba, se veía muy molesto y tenía motivos, el lugar se veía echo un desastre pero yo intentaba controlar la situación... como siempre -no debí dejar pasar a Nicolás ¡eso paso!- dijo Hugo mientras estaba sentado en una esquina bebiendo una cerveza -Vamos Hugo, no es culpa tuya- dije mientras recogía algunos vidrios rotos -Si, tienes razón, es culpa tuya, si me hubieras dejado matarlo desde el momento en que toco este lugar, tendríamos un cadáver y no 3 heridos!, ¿Cuándo vas a entender que Nicolás ya no es uno de los nuestros, que ya no es... tu hermano?- exclamo Samuel mientras me veía fijamente, esta vez bastante molesto, -tenemos que hacer algo ¡estoy harto!- continuo Samuel -no podemos dejar que el puto de Félix haga todo esto y se salga con la suya, mata a nuestras familias, mete a una de nuestras mejores amigas a la cárcel, nos quita a un hermano, "un líder" y mata... o secuestra a otra de nuestras mejores amigas y por si eso no fuera poco este cabrón lame huevos viene y casi mata más de nuestra gente ¿¡En nuestra propia casa!? Si ustedes no hacen nada yo iré y les juro que como mínimo si les rompo el osico a 5-cuando terminó se sentó en el sofá y puso ambas manos en su cara, Samuel siempre a sido muy explosivo debido a algunos problemas de ira, pero todo lo que dijo tiene absoluto sentido y antes de que yo pudiera responder Hugo hablo -Cuenta conmigo... quiero a mi hermana de vuelta y si tengo que matar a esos hijos de perra, lo hare- -Yo también..- dijo Adam con las pocas fuerzas que tenía y fue ahí cuando me di cuenta que no importaba que nos quedáramos quietos aun así ellos buscarían la forma de jodernos así que decidí que era hora de actuar...

-Tienen razón, tenemos que hacer algo, por jade... por Janette, por el pueblo, tenemos que mostrar los colmillos...- dije mientras me colocaba en pie con algunos vidrios en mi mano izquierda -¡¡Al fin!! ¿Cuál es el plan? - dijo Samuel incorporándose y Diego aplaudió a su vez.