Capítulo 15: Extraño

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J a d e F e r r e r (pasado)

Me despierto con la respiración acelerada debido a un fuerte ruido que creí haber escuchado, aun respirando rápido me quede un momento en silencio mientras observaba la ventana que se encontraba en mi lado izquierdo, por alguna razón creía que algo entraría por ella, de pronto el golpe sonó de vuelta provocando que me sentara rápidamente sobre la cama volteando hacia mi puerta, el sonido venia de la puerta principal, no tarde tanto en conectar las pocas neuronas que tenía despiertas y darme cuenta que alguien llamaba a la puerta, observe la hora rápidamente 1:24am -Janette- pensé, me reincorporé rápidamente, tome mi bata cerca de la puerta en el perchero y baje las escaleras tan rápido como pude -Jane...- al abrir la puerta mi sorpresa fue grande cuando observe a un hombre alto, con cabello largo oscuro, con un traje algo elegante, parecía joven pero algo me decía que no lo era, antes de dejarlo hablar, presa por el pánico intente cerrar la puerta de golpe pero el hombre la detuvo con una de sus manos y dijo -Soy un Randler- dejé de empujar un poco la puerta y la abrí lo suficiente para ver su rostro -Noel Randler- lo seguí mirando indecisa pero al final abrí la puerta -¿Quién eres y que quieres?- -Soy hermano menor de tu madre, cuando tu naciste yo tenía apenas 7 años, normal que no me recuerdes- conforme hablaba colocaba cuidadosamente un mechón que tapaba mi cara detrás de mi oreja, esto sin dejar de verme a los ojos y termino de hablar con una sonrisa en el rostro, decidí darle el beneficio de la duda, más tarde me aseguraría de corroborar su historia -Bueno, pero eso no explica ¿Que haces aquí a la una de la mañana?- respondí algo molesta y desacomodando el cabello tras mi oreja -No vivo cerca y tenia que venir a asegurarme de que te hayas instalado bien y de que todo estuviera en orden- justo cuando note que bajo la guardia azote la puerta y desde dentro le grite -¡¿Como diablos sabias que estaba aquí?!, la única persona que lo sabía era Janette y mi madre -¡Tu madre me lo dijo!, tiene miedo de que algo malo te pase y me dijo que te cuidara mientras estuvieras aquí - dijo mientras se asomaba en la ventana cerca de la entrada -¡No me grites!- dije molesta mientras lo veía del otro lado del cristal -Cariño, perdón ¿puedes abrir la puerta una última vez por favor?- esta vez su tono de voz cambio un poco mas serio y tierno a la vez, abrí la puerta furiosa y respondí -es la una de la mañana, no sé si lo entiendas pero a esta hora la gente normal duerme, así que, ¿Qué te parece si mejor me pasas tu número y hablamos mañana?- sonrió bastante engreídamente y respondió -Linda, si lo que querías era mi número bastaba con pedirlo amablemente- definitivamente esta loco -ten- saco una especie de tarjeta con su nombre y teléfono anotado en ella, el cual hacia notar que era abogado -no tienes cara de abogado- no pude evitar reirme por eso -¿a no?, ¿entonces de que tengo cara?- controle mis impulsos de decirle que tenia cara de estúpido y conteste entre risas -de narcotraficante, córtate ese pelo ¿quieres?- antes de finalmente cerrar la puerta interrumpió una última vez -Buenas noches, perdón por despertarte- su rostro cuando lo dijo parecía tan tranquilizador que de haber podido me habría quedado observándolo toda la noche, pero tengo demasiado sueño para eso -igualmente Noel- finalmente cerré la puerta, subí las escaleras y me lance hacia la cama, aunque la intriga no me dejaba dormir después de cierto tiempo por fin termine dormida.


El telar del loboWhere stories live. Discover now