Capítulo 23: Redención

6 0 0
                                    

N i c o l á s F r e y (presente)

Mis manos comienzan a congelarse alrededor del volante algo en lo que no puedo enfocarme, mi mente está demasiado centrada en otras cosas como para si quiera subir las ventanas de la camioneta, tras unos minutos finalmente llego al punto de reunión, estoy nervioso y entusiasmado a la vez pero finalmente salgo del coche y tras agarrarme de valor abro la puerta de par en par, una vez adentro unos ojos conocidos se clavan en mí y se acerca de manera tan rápida que no me da tiempo de reaccionar al golpe que he recibido en el abdomen -¡imbécil!- -¿Hugo..?- con el poco aliento que aún tengo soy capaz de mencionar esa palabra mientras me retuerzo de dolor sobre el suelo -Hola amor, cuanto tiempo sin verte ¿Cómo has estado?- al escuchar esa cálida voz nuevamente, todo el dolor en mi cuerpo pareció desaparecer, con las fuerzas que tenía me levante rápidamente del suelo y por fin la vi, tan hermosa como siempre o incluso más, al parecer por fin había cortado el cabello hasta donde quiera y la hacía lucir diez veces más hermosa de como la vi la última vez -Janette...- corrí rápidamente hacia ella y la abrace fuertemente y sentí un calor incomprensible como si hubiera estado encerrado toda mi vida y por fin hubiera probado un poco de la libertad, como si ella fuera la luz que alumbra mi oscura existencia, no solo estaba seguro que la quería, la amaba y la amaba tanto que no quería que ese simple abrazo se acabara nunca, al apartarnos mi cara no solo tenía la sonrisa más grande que podía poner si no que era real... -Te doy 5 minutos para que expliques el cagadero que hiciste o te juro que no volverás a saber nada mas de mi- voltee rápidamente alrededor pero solo estaban ella y Hugo - ¿Buscas a alguien? - dijo Hugo con toda la disposición de golpearme nuevamente y no lo culpo... -Esta bien, ¿recuerdas la vez que Félix nos metió a todos a la cárcel del pueblo? Justo minutos después de trasladarte a ti a la cárcel de máxima seguridad de la ciudad, pidió hablar únicamente conmigo, cuando estábamos el y yo solos quería que obligara a los lobos a trabajar para él, evidentemente me negué pero entonces me dijo que jamás te iba a sacar de la cárcel y que se encargaría de hacerte la vida imposible ahí adentro y no solo eso sino que se encargaría de meter a cada uno a la cárcel empezando por Leonardo, no podía permitir que hiciera eso, así que termine aceptando....- de la nada una voz proveniente de las escaleras hablo -Lo sabía- voltee hacia la voz y observe como Leonardo se iba acercando poco a poco -Eso no justifica que te hayas comportado como un idiota, ¿tienes idea de cuanta gente murió en tu chistecito? ¿tienes idea de lo decepcionante que fue para mi ver a mi mejor amigo apuñalarme por la espalda? Hubiera preferido pudrirme en la cárcel que tener que soportar el dolor de perder una hermana, para mi tu estas muerto Nicolás- Dijo Hugo lo más enojado que jamás lo había visto, incluso llego a gritar en alguna ocasión. -No tienes idea de lo mucho que lo siento yo...- -Tu no sientes nada, mucho tiempo jugando a ser un psicópata ¿Por qué ahora no te comportas como uno? Deja ese estúpido sentimentalismo- intente disculparme, pero sé que es inútil, Hugo siempre ha sido muy rencoroso y combinándolo con su orgullo sé que jamás podrá perdonarme y no tiene idea de lo mal que me siento por eso. -Hugo basta- dijo Leonardo mientras le tocaba un hombro para que se calmara -Hiciste lo que pudiste como líder, entiendo lo asustado que estas y has estado durante estos años, pero ahora más que nunca te necesitamos- me dijo janette mientras me tomaba de la cintura como era su costumbre, no pude evitar soltar unas lágrimas -Lo siento...- fue lo único que pude decir antes de volver a abrazarla y comenzar a llorar sobre su hombro -Te quiero, pero a quien debes pedirle disculpas es a otras personas.- escuchar eso de ella me alentó mucho más de lo que nadie me había alentado nunca, era lo único que necesitaba escuchar para poder encarar a todos los demás después, cuando me recuperé por completo me levante y voltee a ver a Hugo quien desviaba su mirada hacia otro lugar y a Leonardo quien me veía fijamente -No puedo reparar el daño que hice y jamás me perdonare por ello pero déjenme compensar lo que paso...- sin esperar una respuesta Leonardo me abrazo fuertemente mientras me decía -Eres mi hermano y no hay nada en este mundo que no pueda perdonarte.- me sentía tan feliz, de nuevo estaba en casa, ¡mi casa! Con la gente que mas amaba y que más quería, con mi familia, después de abrazarnos observe nuevamente a Hugo quien solamente se limito a decir -Por mi puedes morirte- y salió del lugar sin siquiera mirarme -Le tomara tiempo...- dijo Leonardo consolándome -Lose..-se perfectamente que Huego no va a perdonarme nunca y el dolor que eso me causa no tiene comparación -por cierto, Jade escapo de la casa de Félix, debo ir a buscarla, debe estar perdida...- tarde en recordar que jade estaba por ahí sola en algún lugar. soy realmente horrible para cuidar personas -No te preocupes ya tenemos eso resuelto, por cierto debo ir con ella, es mi turno de hacer que me recuerde- -¿de que hablas?- pregunte algo confundido -Hablamos con el doctor que atendió a jade en la casa de Félix, nos dijo que para que recuperara la memoria debía estar en contacto con escenarios emocionales fuertes relacionados con la persona para que pudiera ir recordando poco a poco así que decidimos recrear las primeras veces que nos encontramos con ella, como si fuera la primera vez.- contestó Leonardo lo más explícito que pudo -SIP y es mi turno así que mientras leo te explica el plan B yo me retiro, los quiero- finalmente Janette se despidió lanzando un beso al aire y salió por la puerta, ella no imagina cuanto la amo.


El telar del loboWhere stories live. Discover now