Capítulo 10: Diagnóstico

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J a d e F e r r e r (presente)

No fue tan complicado, elegir ropa del armario de Nicolás, tiene bastante ropa y de todo tipo de colores y texturas sin embargo escogí algo muy básico, unos jeans algo rasgados, azul claro y una sudadera color amarillo, aunque para ser sincera los pantalones me quedaban bastante largos Gracias al cielo cerca de ahí encontré una maquina de coser y los arreglé, en España mi madre me enseño todo tipo de técnicas de costura, a mano y en maquina y yo que tanto me quejaba por eso...; -no quedaron tan mal..- pensé, unos golpes en la puerta seguido de una voz masculina interrumpieron mis pensamientos -¿puedo pasar niña?- conteste de inmediato algo exaltada -sí, adelante- -wow, esa sudadera te queda mejor a ti que a mí..- dijo Nicolás recargado en el marco de la puerta con un tono de sarcasmo por lo larga que me quedaba mientras me examinaba de pies a cabeza -Estoy completamente de acuerdo ¿Cómo es que me queda tan bien si es de hombre? A no ser... ¿Compras ropa de mujer? – No puedes meterte con la reina del sarcasmo querido, el abrió los ojos de par en par y comenzó a reír-muy bien tu ganas, pero para aclararlo mi ropa es más masculina que la de cualquiera en este lugar- dijo riendo y continuo -Félix te está esperando abajo- -Muy bien, Vamos cariño- me sorprende la cantidad de confianza que le tengo a pesar de que no recuerdo muy bien como es que lo conozco, pero no me voy a presionar estoy segura que lo recordare pronto, rápidamente salí de la habitación hacia el pasillo y seguido de mi salió Nicolás, siguiéndome, cuando llegamos al salón de antes había una persona más ahí, tenía puesta una bata blanca encima de ropa cotidiana, es alto con pelo claro y ojos azulados parece tener alrededor de 31 años y no hay que ser un genio para saber que es el médico.

-Hola jade, ¿Cómo te sientes? - dijo el hombre ladeando un poco su cabeza -amm, pues a pesar del dolor de cabeza y abdomen no me siento tan mal. Además ya es un poco más ligero- dije algo tímida señalando los vendajes -ya veo... necesito hacerte una pregunta, intenta responder con sinceridad ¿okey?- dijo mientras me hacia una seña para que me sentara -sí, está bien- puso una silla enfrente de mí y tomo asiento -bien, ¿Cuál es el último recuerdo que tienes?- -el ultimo que tengo... am... no lo sé, ese recuerdo aun es un poco borroso pero sé que estaba a punto de irme a algún lugar y estaba despidiéndome de mi mama, pero no recuerdo a qué lugar me dirigía ni porque, también recuerdo que estaba buscando a unas personas...- me detuve un momento porque el dolor de cabeza comenzó a hacerse intenso otra vez... -arg- dije tocando con ambas manos mi cabeza -tranquila, no te presiones tanto, está bien si no recuerdas por ahora- dijo el médico tomando mis hombros con ambas manos después de unos segundos el dolor de cabeza seso y pude reincorporarme de nuevo, después el médico me hizo una revisión rápida de la cabeza a los pies y continuo -de acuerdo jade, por ahora te daré medicina para tu dolor y hablare con tu padre respecto a tu falta de memoria o y otra cosa, si te sientes más cómoda sin el vendaje puedes retirarlo, no era tan necesario. -¿es grave?- lo interrumpí preocupada refiriéndome a la pérdida de memoria -no... jade, tranquila, con el tratamiento psicológico adecuado serás capaz de recuperar la mayoría de tus recuerdos, pero requiere de tiempo- al final saco una paletita de miel de su bolsillo y me la dio, me reí ante eso, a pesar de que amo esas paletitas, detesto que me traten como una niña, pero igual la acepte, Félix le dijo al médico que esperara afuera mientras hablaba con nosotros un segundo,

-Jade, entenderás que lascosas están un poco... delicadas, así que pondré a Nicolás a cargo de ti...- antesde que continuara lo interrumpí -¿A qué te refieres con "a cargo de ti"?- -merefiero a que te cuidara la mayor parte del día y atacara a quien intenteagredirte si es necesario...- por un momento sentí enojo pero viéndolo desde ellado de mi lógica, tiene razón, podría pasarme algo... y tener a alguien alpendiente de mi me haría sentir más segura...- ya veo- dije volteando a ver a Nicolásquien ya tenía su sonrisa plantada en la cara -Bien, ¿Qué te parece si se van acomprar ropa al pueblo? Apuesto a que después de todo esto quieres salir adespejarte- para ser sincera el día de hoy ha sido muy agitado, talvez si mevendrá bien algo de aire fresco -por cierto- continuo -no vivías realmente aquí,vivías en una casa en el pueblo con una amiga pero me entenderás si te digo quelo mejor es que te quedes aquí ¿cierto?- -si... supongo- dije asintiendo bastanteinsegura, ¿a que amiga se refiere? No quise aturdir con preguntas por ahoraporque estoy bastante cansada ya, después de esa pequeña charla Nicolás y yosalimos de la casa para buscar su auto, al salir comencé a observar todo cuantome era posible de alrededor mío, la casa era enorme inclusive contabilice loslugares que aún no había visitado y bueno no es como si hubiera tenido tiempode examinar la casa entera pero igual era bueno saber cuántos lugares tenía quever cuando lo tuviera, la casa estaba rodeada de cientos y cientos de hectáreasde bosque o al menos así se observaba, también me fije en los cientos dehombres armados que estaban ahí, habían 4 en la entrada principal, 5 en latrasera, fácil había 1 en cadahabitación dentro de la casa, lo sé porque la mayoría estaban cerca de lasventanas, habían 5 en el estacionamiento, el cual por cierto estaba lleno decamionetas negras, grises y color escarlata con vidrios muy oscuros entre muchos hombres más que no había notadocomo los que se encontraban en el jardín trasero o los 2 hombres que siempreestaban cerca de Félix...

El telar del loboWhere stories live. Discover now