Capitulo 11: "Destinados"

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F e l i x E. F e r r e r (presente)

-Entonces...¿lo que tiene es grave?- el doctor volteo a verme a los ojos y algo nervioso contesto -No, para nada, tiene pérdida de memoria debido a la conmoción en su cabeza y al estrés al que pudo haberse sometido tras pensar que perdería la vida, este padecimiento se llama perdida de memoria post traumática por ello su cerebro decidió olvidar todo aquello que le recordara esa situación incluidos personas, lugares o acciones que estuvieran relacionados- sin darme cuenta tenía una sonrisa en el rostro, el doctor parecía extrañado, no lo culpo -y entonces ¿recuperara la memoria?- intente fingir tristeza pero era algo imposible -con terapias especiales acompañadas de un psicólogo, que se relacione más con los lugares en los que pasaba mas tiempo, con las personas que la rodeaban podría ayudarla a recuperarla poco a poco- interrumpí al doctor sin darme cuenta -Y si no?¿ No la recuperaría?- el doctor puso una cara algo asombrada y continuo -muy difícilmente..., le recetaré medicina para el dolor y estimulantes para el cerebro para ayudarlo a recuperarse poco a poco, le dejare el numero de una psicóloga y neuróloga para el tratamiento de la memoria, cualquier cosa extra que se le pudiera ofrecer estamos en contacto- termino de escribir la receta, metió sus cosas en su maletín y procedió a retirarse, de todas las cosas que pudieron pasar esta es una de las mejores, pensé mientras desechaba la tarjeta con el numero a la basura, -no la necesito- pensé.

J a d e F e r r e r (presente)

El trayecto al pueblo era un poco largo pero cuando por fin llegamos pude apreciar la infraestructura del mismo, todos los edificios parecían algo antiguos pero todo alrededor irradiaba tanta paz, que hasta respirar el mismo aire se sentía liberador, cuando por fin estacionó la camioneta, quería bajar pero me di cuenta que tenía puesto el seguro para niños, quien demonios se cree... voltee rápidamente y antes de que yo hablara, hablo el -Antes de bajarte debes seguir las siguientes reglas, no entras a ninguna tienda si no es conmigo, no hablas con nadie que no sea yo o la persona detrás de la caja y por ultimo te llamas claudia ¿Entendido?- su cara estaba demasiado seria así que asentí sin decir una sola palabra, después bajamos del auto y señalando una fila de edificios pequeños algo rústicos dijo -todos esos edificios son de ropa ¿en cuál quieres entrar primero?-uff ¿que en cual quiero entrar? Esa pregunta ofende, obviamente quiero entrar a todos los posibles, finalmente señale el edificio de en medio y dije -Ese se ve interesante seguro que es en donde compras tu ropa- le giñe un ojo haciendo referencia a que solo había ropa de mujer y camine hacia esa dirección detrás mío se escuchó reír y contestar-me gusta más la jade que estaba en coma...- después de estar viendo docenas de tiendas Nicolás tenia los brazos llenos de bolsas, pobrecillo fue su error pensar que compraría pocas cosas, era obvio que ya nos íbamos pero justo en la última tienda vi a través del vidrio un hermoso vestido negro con falda a cuadros roja y no pude evitar entrar de golpe a preguntar por él, segundos después entro Nicolas algo molesto -dije que no entraras si no era conmigo, además ya no hay lugar para otra bolsa- -pues ve al auto y deja esas bolsas no me iré sin haberme probado este vestido ¿me oíste?- Nicolás me vio fríamente y salió de la tienda camino al auto que por cierto no se encontraba ya tan lejos, de alguna manera me hace muy feliz hacerlo enojar... -Disculpa, ¿te conozco?- dijo la señorita detrás del mostrador -No lo sé...- dije algo seria y triste, si la conocía igual no lo sabía porque no recordaba nada -¿Cuál es tu nombre?- estaba a punto de decirlo cuando recordé las reglas absurdas de Nicolás -Claudia...- -oh entonces debí confundirte con otra persona, en fin ¿Qué se te ofrece querida?- -vi ese vestido en el aparador y me enamore de el ¿podrías mostrármelo?- la señora muy feliz respondió -claro que si, ¡Anna! Trae una talla chica del vestido en exhibición!- para ser algo mayor gritaba muy fuerte -mientras esperas puedes ver algunos de los demás atuendos querida- jamás había encontrado en todo mi recorrido una mujer tan amable como ella -Si, muchas gracias- mientras veía algunos atuendos se escuchó la campana de la tienda, un joven moreno había entrado y comenzó a hablar con la señora de la tienda -Aquí están las cajas que pidió, ¿necesitas algo más Nora?- el chico parecía algo amable -No, gracias Hugo, eres un amor de niño- ¿Hugo? Por alguna razón el nombre se me hacía tan familiar que deje caer por inercia una blusa que sostenía en mi mano llamando la atención de aquel chico, Cuando me vio la expresión que puso era como si hubiera visto un fantasma -¿Jade?...- ¿Cómo sabe mi nombre? -¿Hugo?..- contesté, antes de que pudiera decir algo más él se acercó y me abrazo muy fuerte, al momento de abrazarme sentí un dolor intenso en la cabeza y un recuerdo llego fuertemente a ella

"-¿No puedes cargar una simple caja? Jajaja- -¡Callate Hugo!, hago lo que puedo-" el escenario me parecía muy familiar pero aun así no pude recordar lo suficiente, algo frustrada y sin saber porque, comencé a llorar y lo abrace de vuelta, ¿Por qué lloro?, sentía como si mi corazón parara por momentos como si no lo hubiera visto hace años, pero ni siquiera tengo idea de quién es y eso solo me hace llorar aún más, de pronto un grito nos separó a ambos -¡Suéltala, de inmediato!- era Nicolás con un arma en su mano apuntando a Hugo, por inercia Hugo tomo mi brazo y me puso detrás de él sacando automáticamente también un arma de su cinturón -Voy a matarte, ¡aquí y ahora!- la señora amable de antes se ocultó rápidamente tras el mostrador ante la amenaza-O vamos Hugo... no vamos a derramar sangre, mucho menos enfrente de jade, porque no mejor dejamos que ella decida con quien quiere irse... - mientras Nicolas decía esto, bajaba lentamente su arma y extendía su mano hacia la espalda donde me escondía, no sé qué hacer, estar ahí detrás de Hugo me hizo sentir tan segura, como si nada malo fuera a pasarme y ese abrazo, ese abrazo se sintió tan reconfortante, todo parecía tan conocido y tenia que decidir que hacer así que sin darme cuenta tomaba de la mano de Nicolás quien tiro fuertemente de mi haciendo que chocara con su pecho -Jade, ¿Qué haces?- dijo Hugo quien parecía estar bajando el arma muy confundido -Cuídate Hugo, fue un placer verte de nuevo- al instante Nicolás tiro de nuevo de mi mano y salimos de la tienda apresurados por llegar al auto, no cabe duda que ahora estaba más confundida que antes.


El telar del loboWhere stories live. Discover now