Capítulo 27: Nicolás Frey Randler

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J a d e F e r r e r (presente):

La luz que se colaba por la ventana de la habitación empezó a despertarme poco a poco hasta que por fin tuve la fuerza suficiente para abrir mis ojos, todo estaba exactamente en el mismo lugar donde lo había dejado el día anterior, incluso el montón de periódico regado por el piso, sin darle importancia decido salir de la habitación mientras froto un poco mis ojos y bajo la escalera -Buenos días, ¿ya no estas enfadada conmigo?- mientras intentaba enfocarla esbozaba una sonrisa de alivio -te quiero- la abrace y desayunamos juntas, hablamos de todo tipo de cosas, recuerdos mas que nada, hablamos de la vez que ambas acabamos demasiado ebrias en la casa de Adam y el tuvo que dormirse en el sofá jajaja olvidaba lo bien que se sentía estar rodeada de gente que me quiere -Tengo que irme, mi turno en la cafetería empieza dentro de poco- me dice mientras me da un beso en la mejilla, olvidaba que trabajaba en una cafetería. Violeta debe estar muy feliz de que Janette haya regresado de la cárcel, era la única que podía ayudarla en el café -Vale no te preocupes nos vemos mas tarde- -si ocupas algo me llamas ¿esta bien?- -si si corre que llegas tarde- nos despedimos y antes de salir por la puerta volteo y me dijo -Se me olvidaba, ten- sacando unas llaves de un frasco de cerámica me las lanzo agregando -Ahí viene la llave de tu motocicleta guapa, pero tienes que recogerla en la caverna te quiero, cuídate.- sin darme oportunidad a hablar salió finalmente de la casa, tengo recuerdos borrosos de ese lugar, no creo que sea capaz de llegar ahí sola pero tampoco tengo teléfono celular para llamarle así que decido salir a buscarlo por mi cuenta finalmente no creo ser tan estúpida como para perderme o quizá si, pero ese no es el punto, mientras camino por la acera de repente noto como una camioneta verde se acerca a toda velocidad, encojo un poco los ojos para comprobar que se trataba de quien creía -Mierda, Nicolás!- susurro y me giro rápidamente para correr como si no hubiera un mañana hacia la casa pero de un acelerón la camioneta me cierra el camino -¡Pero que mierda te pasa hijo de puta!- grito resaltando que casi me atropella, bajando las ventanas del coche y sin voltear a verme contesta -Sube-lo recalca lento y sin preocupación alguna -No- contesto mientras me cruzo de brazos -Vamos Jade por favor sube- -No me voy a subir al carro de un puto mentiroso- Nicolás comienza a reírse, se quita las gafas y mientras fija la mirada en mi contesta -Vale, no subas pero cuando sean los perros de tu padre quienes te encuentren desearas haberte subido al coche, cariño- me giño un ojo y colocándose sus lentes comenzó a echar en reversa el coche dispuesto a irse -Vale!- le grite y se detuvo instantáneamente -Me subo a tu puto coche- él sonrió y me di cuenta porque se reía cuando intente abrir la puerta y no podía -Este puto coche tiene nombre- aguantando las ganas de escupirle en la cara conteste -¿así? ¿Y como se llama? - -Nicole- me reí un momento de lo que acababa de decir -Esta bien me voy a subir en la puta Nicole ¿mejor? - el rio, abrió el seguro y contesto -Un poco agresivo, pero eso me parece aceptable- entre al coche y justo cuando estaba apunto de hervir en cólera me dijo -Si Cres que te voy a llevar con tu padre pues no es así- -¿a no?- conteste algo sorprendida -No, janette me dijo que te llevara a la caverna- me sorprendí aun mas -creí que...- antes de poder inundarlo de preguntas me interrumpió -¿recuerdas la primera vez que nos conocimos?- lo mire por un segundo para forzar a mi cerebro a recordar pero no lo logre, el lo noto en mi cara así que continuo -Era tu primer día en la universidad, janette nos había presentado antes pero acababa de salir del hospital así que no fue un muy buen momento que digamos, en fin estabas caminando sola y me ofrecí a darte un aventón aunque en aquel entonces era una motocicleta...- lo recordé por un momento, estaba harta de caminar y no había logrado sacar dinero del cajero para el bus cuando el me había ofrecido llevarme -Si, si creo que lo recuerdo algo nítido pero si- antes de que hablara lo interrumpí -Sabes... desde la primera vez que te vi recordé algunas cosas de ti pero en la infancia, en mi infancia- -el se puso serio y no dijo absolutamente nada -Jugabas con Hugo antes ¿cierto?- -tu padre y el mío eran mejores amigos, era normal que Hugo y yo lo fuéramos claro que las cosas cambiaron cuando tu padre traiciono a su mejor amigo- -Y tu al tuyo ¿no es así?- nadie hablo por unos segundos hasta que él lo consiguió nuevamente -Si y me arrepiento de ello como no tienes una idea, jure nunca ser como tu padre y acabe siéndolo pero no fue fácil para mi ver a mis padres desangrarse en mi puta cara ¿lo comprenderás no?- su tono termino siendo bastante agresivo pero al verlo no creo que lo haya hecho para dirigirse a mi si no a si mismo -Yo te perdono Nicolás- el paró el coche en seco, apretó el volante y sin mirarme contesto -¿Por qué lo harías si ni siquiera me recuerdas?- -Estábamos en la avenida central, teníamos el mejor plan de todos, estábamos a punto de matar a mi padre o al menos secuestrarlo para que liberara a janette pero de repente 10 personas de las nuestras se voltearon en nuestra contra 11 contándote a ti, mientras le cubrías la espalda a Hugo, te giraste, te reíste en su cara y le dijiste que bajara el arma o le disparabas- los ojos de Nicolás comenzaron a mojarse pero de ellos no salía ninguna lagrima así que continúe -y entonces el te dijo "eres mi mejor amigo por favor no hagas esto" y tu aun riéndote le dijiste que en esta vida, tu no tenías amigos, confesaste que habías sido tu quien había metido a janette a la cárcel y que nos odiabas a mas no poder ¿pero sabes que Nicolás?- él no podía responder la pregunta sabe perfectamente que si habla o me mira terminara llorando, por eso trae esos lentes de sol lo note desde el pequeño momento en que se los quito había estado llorando por mucho tiempo el día anterior -Que yo fui la única persona que no te creyó porque cuando te mire a los ojos te vi a ti, al Nicolás asustado que veía cuando sus padres lo regañaban por hacer travesuras con nosotros, ¡te vi a ti! Así que no me digas que no te conozco porque conozco tu alma y más que un amigo para mi eres mi hermano así que...- tome su cara entre mis manos obligándolo a que me observara y concluí diciendo -Yo te perdono Nicolás y lo hare las veces que haga falta. – sentí como mis manos se humedecían por las lágrimas, se quitó el cinturón y me abrazo fuertemente -No debiste estudiar psicología...- -y eso que aun no termino la carrera- reímos un poco, ni siquiera yo sabía cómo había sido capaz de recordar todo eso, esos recuerdos a pesar de estar borrosos fueron claros de un momento a otro porque el era el protagonista de esos recuerdos, cada vez tengo mas lucida la memoria y espero recuperarla pronto porque estoy segura de que hay algo muy importante que ellos deben de saber, algo que me da escalofríos de solo pensarlo pero desafortunadamente aun no sé de qué se trata.


El telar del loboOnde as histórias ganham vida. Descobre agora