1.

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El sol brillaba muy fuerte. El día era hermosamente cálido y el barullo de jóvenes alrededor le parecía maravilloso.
Nunca antes había visto a tantas personas reunidas en un solo lugar, era por eso que estaba tan ansioso y emocionado.

El papeleo ya había acabado y ahora mismo faltaban exactamente diez minutos para que las clases comenzaran.

—¿Estás seguro?

El chico asintió completamente entusiasmado y su madre sonrió, dándole un abrazo. Era difícil para ella dejarlo. Estaba preocupada, pero su hijo se veía totalmente feliz y motivado.

Chanyeol estaba seguro que haría muchos amigos en su primer y último año en la escuela.

—La campana sonará en cualquier momento.

—Sí, debería irme, ¿no? —preguntó ella, algo indecisa aún —¿De verdad no quieres que me quede contigo hoy? Solo hasta que te adaptes y...

El chico la tomó por los hombros y le sonrió levemente.

—Mamá, estaré bien —le aseguró —Si surge algún problema, prometo llamarte.

La mujer asintió intranquila aún pero aceptó, dándole un último abrazo y besando su mejilla.

—De acuerdo... Llámame si sucede algo, lo que sea. Vendré por ti.

Chanyeol sonrió y se despidió de ella mientras la veía alejarse, saliendo de la institución poco después. Respiró profundamente y apretó los tirantes de la mochila que pasaban por sobre sus hombros, comenzando a adentrarse al pasillo.

Un montón de adolescentes parloteaban y se movían de aquí para allá, algunos mirándolo como un bicho raro, otros curiosos. Él simplemente agachó su cabeza algo cohibido, mirando la planilla que el director le había entregado donde le indicaba cada clase y horario que debía cursar. En el margen de esta, tenía el código para abrir el casillero que ahora le pertenecería, pero no tenía idea dónde era.

Se detuvo a mitad de camino, observando hacia todos lados, casi perdido. Había mucha gente caminando, yendo y viniendo, impidiéndole ubicarse correctamente.

Buscó entre la planilla el pequeño mapa de la escuela y comenzó a caminar, chocando con algunos sin querer ya que se movían rápido y apretujados en el mismo pasillo. Se sentía en un tipo de estampida por momentos. Cuando finalmente llegó a su casillero, lo abrió y guardó sus cosas allí, distraído hasta que la campana sonó. Se sobresaltó y cerró de golpe, descubriendo a un chico apoyado en el casillero de al lado, mirándolo.

Tenía el cabello corto castaño muy claro, ojos rasgados.

—¿Quién eres?

—Oh, huh... Soy Park Chanyeol —se presentó, estirando su mano para saludarlo apropiadamente.

Sin embargo, el chico que tenía los brazos cruzados sobre su pecho solo observó su mano y luego a él de vuelta.

—¿Eres nuevo?

—S–Sí —respondió, rascando su nuca algo avergonzado por haber sido ignorado de esa manera —Comencé hoy, así que yo...

—No te pedí explicaciones, solo quería que no estorbes en mi casillero —le dijo —El mío es este que está aquí a tu lado, ¿bien?

—Oh, claro. No hay problema —respondió con un asentimiento de cabeza, pensando en que era un extranjero.

Su coreano sonaba extraño.

—De acuerdo —contestó simplemente, acomodando la mochila en su hombro y comenzando a alejarse.

El chico lo observó irse, entonces caminó tras él, deteniéndole.

 𝒍𝒐𝒗𝒆𝒍𝒚 𝒄𝒉𝒂𝒏𝒚𝒆𝒐𝒍 ➳ chanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora