Capítulo 1: En mi cabeza.

2.1K 103 10
                                    

Tal como prometí, a las diez de la mañana estoy arriba prendiendo la cámara de la laptop para hacer video llamada con mis padres. Cojo la taza de café caliente entre mis manos y le doy un sorbo. Sebastián está desayunando en la cocina mientras tiene el ep2 sonando por el parlante bluetooth.

— ¡Me encanta esta! —me grita cuando empieza la intro de "olvídate de mí".

—A mi también —respondo con un punto menos de emoción que él pero sonriendo tanto que se me achinan un poco los ojos, como es típico en mí.

Sebastián es un chico majísimo de veintitrés años que vive conmigo hace ya un tiempo. Los dos nos movemos en el mismo ambiente. Nos cruzamos un par de días después de mi salida de OT, y nos entendimos muy bien. Es muy talentoso, es músico y toca en una banda que está empezando a moverse por España. Generalmente los fines de semana está de gira por alguna ciudad, pero justo este lo tiene libre.

Por fin, Elena aparece en la cámara.

—¡Hola! —saluda con su entusiasmo de siempre —¿qué tal? Papá y mamá ya vienen, es que están viendo algo en la tele.

—Hola Ele —saludo sonriéndole de vuelta —todo bien por acá, Sebastián dice que le gusta mucho "olvidate de mí", ¿y Santi?

—Uf qué buen gusto —exclama mi hermana haciendo una señal dramática —es una de mis favoritas, Santi está arriba, seguro componiendo algo, ya sabes cómo es.

—¿Una? —pregunto levantando una ceja —pensé que no tenías favorita.

—Una de mis siete favoritas —responde como si fuera obvio.

Suelto una risa que la hace sonreír arrugando los ojitos, como si fuera una fotocopia mía. Cuando logro recuperarme, veo que mis padres se acomodan en el sillón al lado de Elena con unas sonrisas gigantes.

—Hola hija —saluda mi madre con su mano y mi padre la copia sin pronunciar palabra —¿cómo estás? Nos encanta el álbum.

—¡Pero si ya lo habíais escuchado! —digo, conteniendo la risa.

—¡Pero cada vez nos gusta más! —interviene mi papá haciéndome reír más, me pone feliz que les guste tanto.

—Muchas gracias, os extraño muchísimo —respondo sinceramente, al borde de derramar una lagrimita rebelde.

—Y nosotros a ti, cariño, muchísimo —dice mi madre, y noto que ella también tiene muchas ganas de soltar la emoción.

Mi padre le pasa una mano por el hombro y Elena tiene que tomar la conversación en sus manos porque los adultos estamos un poco emocionales, y ella maneja la emoción mucho mejor que nosotros tres.

—¿Cuándo vas a venir, Nat? —pregunta con su, todavía vocecita de niña y su carita de ilusión.

Se me estruja el corazón de ganas de estar ahí con ellos.

—Todavía no sé —bufo, bajando la mirada y estrujando mis dedos un poco nerviosa con la incertidumbre —saben cómo es esto, tengo las firmas y después empieza la gira, y mil y un entrevistas... Aunque con todo esto que está pasando, lo mismo se cancela todo.

—No te preocupes, hija —dice mi padre como quitándole importancia, aunque sé muy bien que les importa —sabemos que estás ocupada.

—Igualmente podrías hacerte un tiempito antes de la gira, ¿verdad, Nat? —pregunta Elena haciéndome sentir la peor hermana del mundo por no poder darle certezas.

—Haré todo lo posible, Ele —digo prometiéndomelo también a mi misma.

Lo cierto es que mi agenda está muy comprometida, y no tener un representante, aunque la mayoría del tiempo sea un alivio, también es algo que a veces me queda un poco grande. Veces como esta.

el amor después del amor | albaliaOù les histoires vivent. Découvrez maintenant