Confinamiento.

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Drabble / 560 palabras.
AU! Moderno / Vecinos.

AU! Moderno / Vecinos

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La joven detalló los distintos tonos que surcaban el firmamento en aleatorias pinceladas, suspirando cada tanto, viendo la lluvia caer sobre la gris ciudad y el contraste de las plantas en su pequeño hogar, aspecto que le daba vida al paisaje sombrío, decaído... muerto del lugar. El felino rasguñaba los sillones y su dueña no lo apremiaba, puesto que se hallaba demasiado absorta en su confinamiento emocional, intentando salir del oscuro y lóbrego espacio de su mente que almacenaba los más tristes pensamientos. Sin embargo, pestañeó varias veces, despertando de su abrumador letargo cuando la cafetera avisó que su bebida caliente estaba lista y volteó, con semblante despreocupado, desconectándola de la corriente, regresando a la ventana que le ofrecía un panorama bastante pesimista y apagado.

La contaminación lumínica era tanta que no atisbó ninguna estrella que le acompañara, consiguiendo a la luna como única protagonista del espectáculo y resopló, sirviéndose café en su taza favorita, fijándose que otra vez había hecho demás. Ella no esperaba a nadie, solo era una manía, quizás para consolarse así misma y decirse que no se encontraba sola como creía, aunque el sentimiento de vacío se prolongaba; aplastando su traquea, ralentizando la respiración, acalambrando los músculos de la mandíbula y quitándole el brillo a sus pupilas carentes de avidez por la persistente melancolía que parecía someterle desde tiempos remotos.

Gruesos volúmenes descansaban en la mesa principal junto a la computadora encendida y un archivo a medio escribir, sin rastro de que sería finalizado prontamente. Tenía mucho trabajo que hacer, la redacción de sus artículos científicos no se haría por arte de magia, sin embargo, se daba el lujo de procrastinar, mirar a través del cristal a los aburridos individuos que caminaban por las calles, con una idéntica expresión amarga, temerosa, cansada y se preguntaba cuál fue el camino que tomó para desembocar en un mar de ansiedad, frustración. Pero no le detuvo, dándose ánimos y aspirando fuerzas invisibles volvió a su actividad, cuestionando porque empezaba a repudiar lo que le hacía inmensamente feliz, porque cumplía su sueño de estudiar la carrera que soñaba, en una prestigiosa universidad, tenía salud y muchas cosas más que concluirían en ser afortunada, no obstante, se sentía adormecida y extraviada en un torrente de sucesos inconvexos de su vida.

Al menos no habían cuentas que pagar, ni problemas colosales que solucionar, solamente lidiar con esa airada inconformidad y monotonía que le tenía esclavizada. (Nombre) no tecleó nada, sus afilados ojos percibieron la luz del teléfono titilar y sujetó el dispositivo, hallando un conciso mensaje en la soledad de su bandeja de entrada.

"Usted, bella dama, ¿me honraría con su compañía esta noche?"

Sus labios rosados hicieron amago de gesticular una sonrisa que no llegó a sus orbes perdidos, advirtiéndole del arma de doble filo que podía ser dejar entrar a ese hombre que tanta curiosidad le causaba y por supuesto, abrirle las puertas a su corazón, el cual con recelo mantenía oculto de manos ajenas para que nadie lo maltratara, ni le lastimara. La fémina sintió un efecto efervescente en su estómago y el revoloteo de una mariposa en su pecho, específicamente en el órgano vital, sin que le anunciara un evento desafortunado y trágico como el de los personajes suicidas por un amor unilateral, sino una sensación de paz que le permitió saborear el dulce de su bebida, pensando en el varón de sedosos cabellos color miel.

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Despiértame | Erwin Smith Donde viven las historias. Descúbrelo ahora