Lawless Gangster [En Español]

Capítulo 20

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Al llegar al lugar acordado, Qi Xiuyuan inmediatamente corrió hacia donde estaba estacionado el auto de Xiao Li. Llamó a la ventana y, sin esperar respuesta, abrió la puerta solo para que sentir una opresión en su pecho al ver el estado en que se encontraba.

—¿No te dije que no debías beber durante al menos dos meses? Dijo con tono ansioso y un tanto molesto.         —Que aroma tan fuerte, ¿cuánto bebiste?

Xiao Li se sobresalto un poco, pero luego volvió a recostarse en su asiento con una palidez mortal. Aparentemente, la luz y los ruidos fuertes le eran molestos por lo que continuó manteniendo los ojos cerrados mientras intentaba moverse ligeramente.

Qi Xiuyuan entendió eso,  entonces, suspiró y bajó la voz,  —Dónde tienes molestia? ¿Quieres ir al hospital?

Xiao Li frunció fuertemente el seño haciendo que pareciera que estaba haciendo lo posible por mantenerse despierto, entonces abrió un poco los ojos,  —¿Podrias conducir?

—Si puedo.

Al escuchar su voz aún firme, Qi Xiuyuan se sintió algo aliviado.

—Ve a tu casa.  —Dicho esto, Xiao Li trató de moverse hacia el asiento del pasajero, pero viendo que Xiao Li se movía con mucha dificultad, Qi Xiuyuan inclinó la mitad de su cuerpo hacia el auto y se acercó para ayudarlo sin embargo, Qi Xiuyuan accidentalmente se tropezó con su propio pie haciendo que sus  manos nviovieran la cintura de Xiao Li y en cuestión de un segundo,  todo su cuerpo estaba presionado contra el de Xiao Li.

—Xiao Li ... Justo cuando estaba a punto de preguntarle a Xiao Li si estaba bien, vio que los ojos de Xiao Li estaban entreabiertos, como no se sentía bien, su aliento era válido y su mirada parecía como si se hubiese perdido en un trance.

En ese momento el cuerpo de Xiao Li se tensó, su visión era borrosa, pero frente a sus ojos estaba la vaga e inconfundible imagen de Li Shiqing quien estaba acercándose peligrosamente a su rostro; su estómago se retorció de dolor nuevamente. Soltó un poco de tos seca y maldijo asquerosamente:  —¡Vete a la mierda!

Sintiendo una conciencia culpable, Qi Xiuyuan se levantó rápidamente, ayudó a Xiao Li a sentarse correctamente y le abrochó el cinturón de seguridad sin atreverse a mirarlo. 

Durante el viaje, los latidos de su corazón eran como rayos que golpeaban continuamente su pecho. Como si una abrumadora mezcla de emoción y decepción estuvieran jugando con él. Bajó la ventanilla y dejó que la brisa fresca lo acariciara por completo, calmando un poco sus pensamientos.

Una vez que llegaron, ayudó a Xiao Li a salir del auto y lo llevó de nuevo sobre su espalda hacia la entrada. Él se río un poco nervioso,   —Esta es la segunda vez que te llevo en mi espalda.

Xiao Li obtuvo un poco de lucifer cuando sintió el movimiento y al escuchar las palabras de Qi Xiuyuan, murmuró un "sí" en voz muy baja.

Se acercaba la medianoche por lo que Qi Xiuyuan calculó que su hermana se había ido a dormir. Silenciosamente abrió la puerta con las llaves y palpó en la oscuridad, llevando lentamente a Xiao Li a su habitación no atreviéndose a encender las todas luces. Una vez que colocó a Xiao Li en la cama, le quitó los zapatos y los calcetines, entonces se dispuso a quitarle la camisa, pero justo cuando habia desabotonado el primer botón, pensó por un segundo y salió hacia la cocina.

El yogur de frutas de Susu solía tener, se había terminado, por lo que tomo un vaso con agua tibia, agregó un poco de miel y luego regresó a su habitación. 

—Xiao Li, bebe esto.  —Qi Xiuyuan dijo mientras lo ayudaba sentarse y colocar el vaso de agua cerca de sus labios.  Las cejas de Xiao Li se torcieron, negándose a abrir los ojos.   —Bebelo, no puedes dormir con el estómago vacío.  Qi Xiuyuan persuadió en un tono bajo.  Después de un tiempo, no pudo soportarlo y susurró en un tono aún más bajo. — Vamos, compórtate...

Xiao Li no escuchó eso, sin embargo, lo bebió ya que el interior de su boca se sentía seca y eso lo hacia sentir incómodo.  Los ojos de Qi Xiuyuan se abrieron como platos en el momento en que miró a Xiao Li con atención, ya que sus labios  se separaron lentamente del vaso dejando un brillo singular con los restos del líquido en ellos, Qi Xiuyuan no pudo evitar tragar saliva , mientras su corazón latía frenéticamente y el vaso en su mano se volvió inestable, fue entonces que  Xiao Li de repente se atragantó y tosió. Qi Xiuyuan se recuperó rápidamente de su aturdimiento y colocó el vaso en la mesita y acarició suavemente el estómago de Xiao Li para aliviar su dolor.

Para cuando Xiao Li se durmió, Qi Xiuyuan ya le había desabrochado los botones, lo levantó delicadamente por la cintura y le quitó la camisa con cuidado. Le aflojó el cinturón de cuero, le bajó los pantalones con mucho cuidado y se los quitó tratando de no incomodarle

El cuerpo de Xiao Li era delgado pero resistente y el contorno de sus músculos no era ninguna exageración, era la encarnación de la salud en una persona, la cual también poseía una belleza y fuerza únicas. Incluso la larga cicatriz que corría a lo largo de su cintura, extrañamente le añadia una especie de sensualidad. El cuerpo de este hombre maduro yacía allí, expuesto frente a él de tal manera.

Qi Xiuyuan no pudo apartar la mirada. Se sentó junto a la cama y estiró la mano para acariciar suavemente el pecho de Xiao Li. La suavidad que tocó la palma de su mano lo instó a continuar, un hechizo indescriptible conjurado por una poción venenosa se apoderó del ritmo de sus respiraciones y lo embrujó...

Sintiendo un toque ligeramente más frío sobre su cuerpo, provocó que  Xiao Li se moviera ligeramente. En ese momento, como si algo le hubiese provocado un terrible susto, Qi Xiuyuan se levantó rápidamente de la cama y tiro de la delgada manta para cubrir a Xiao Li. Luego, en pánico, apagó la luz, cerró la puerta y escapó.

Corrió hacia el baño y cerró la puerta. Presionó su cabeza contra la puerta y sacó su miembro duro que hacía mucho tiempo se había llenado de vitalidad; mientras lo sacudía, todos los pensamientos que llenaron su mente en ese momento, eran sobre el atractivo cuerpo de Xiao Li . Al final, justo después de correrse, volvió a ponerse duro.

Sin otra opción, abrió el agua fría en la ducha y se puso debajo de ella, permaneciendo hasta que el furioso calor en todo su cuerpo se desvaneció y comenzó a emitir aire frío antes de que finalmente se sintiera aliviado.

Al salir de la ducha se miró a sí mismo a través del espejo, lanzó un suspiro y se maldijo. Tú... ¡Bestia!

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