Soft ꨄ︎ 𝙼𝚎𝚊𝚗𝚒𝚎

𝘵𝘳𝘦𝘪𝘯𝘵𝘢 𝘺 𝘥𝘰𝘴

Disculpen los errores.

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La noche es preciosa.

La luna brilla intensamente en el cielo, las estrellas titilan constantemente.

WonWoo se encuentra recostado sobre el pecho de MinGyu mientras éste reparte caricias a su cabello y a su espalda.

El menor se siente de maravilla. Es como si nunca hubiera tenido la fiebre en primer lugar.

Su mano reposa en el abdomen de su novio, y no puede evitar prestar más atención de la debida a la sensación de las filas de abdominales aún a través de la tela de la camiseta.

—¿Tu madre va a volver muy tarde, amor?—la voz de MinGyu le saca de sus pensamientos.

—Sobre las once.

—Es bastante tarde.

—No tienes que quedarte hasta que ella llegue, Minnie. Son recién las ocho, deberías irte a tu casa ahora que es temprano y hay movimiento en las calles.

—¿Me estás corriendo, bonito?—pregunta falsamente herido MinGyu.

—No, bobis.—suelta una risita.—Pero sé que planeabas quedarte hasta que mi madre llegue, para no dejarme solo.

—Pues no te voy a dejar solo, ¿hm? Así que piensa en otras opciones que no impliquen el que te quedes solo.

WonWoo rueda los ojos.

—Me dices a mí testarudo pero mírate a ti.

—Eh, eh. Cuidadito, que sigo siendo tu Hyung.

—Tramposo.—hace un puchero.—Minnie, ¿vemos una película?

—Claro, bonito.

—Bien. Me iré a duchar, me siento cochino por el sudor que me causó la fiebre.—hace un leve puchero.—Mientras, elige una película. ¡Ah! Y, Minnie.—dice sin mirar a su novio, abriendo uno de sus cajones para sacar su pijama y luego otro para sacar su ropa interior.

—¿Sí?

—¿Me preparas unos smores?—pide de manera mimada.

MinGyu rueda los ojos, pero una sonrisa se instala en sus labios.

—Vale, amor.

—¡Grachi!—exclama dándose la vuelta para regalarle una sonrisa sincera de nariz fruncida.—Pero con chocolate amargo, Minnie. El chocolate amargo es lo mejor de lo mejor. Síp.

MinGyu ríe y asiente.

—Sí, amor.

—¡Entonces dame diez minutos!

—Vale.

Luego de eso, WonWoo corre fuera de su habitación en dirección al baño, con todas sus cosas en manos.

Cierra la puerta con pestillo, dejando las cosas sobre la tapadera del váter y comenzando a desnudarse.

Abre las llaves de agua y regula la temperatura, comenzando a ducharse, asegurándose de quitar todo rastro de sudor de su cuerpo.