Capítulo 24: Amistad

580 52 16
                                    

Scott dejó escapar un suspiro mientras miraba su telefóno móvil. El joven se encontraba en su casa, encerrado en su habitación, dejando pasar el tiempo. Su mirada recorría las paredes de la habitación, tan blancas como su mente en ese instante. Esperaba un mensaje de Julia que, al menos ese día, nunca llegó. Quería hablar con ella porque la extrañaba. Ellos eran amigos, pero desde el incidente que pasó en la escuela, se habían vuelto más cercanos.

Aquel incidente... Scott miró por la ventana, dejando reposar su cabeza en su escritorio. Debería estar haciendo los deberes en lugar de esperar por aquel mensaje. Se sentía raro, justo como aquellos días en que se encontraba con su profesor a escondidas. Era una historia que no le gustaba recordar. ¿Cómo comenzó todo?

Ah, sí, cuando Scott entró en secundaria. Aquel hombre era el típico chico joven que le gustaba a todas las chicas. Su cabello era rubio y sus ojos marrones. Scott no sabía porqué, pero le atraía la gente rubia. En ese entonces empezó como admiración, pero no podía dejar de pensar en él y ponerse nervioso cuando se acercaba. Fue en el penúltimo año de secundaria cuando por fin tuvieron una conversación que no era sobre los estudios. Él sabía que Scott era malo en inglés, y que esa asignatura le bajaba mucho la media, así que se ofreció para ayudarle después de clase. Scott aceptó sin dudarlo. Con el tiempo se volvieron más cercanos, y cuando llegó el verano, empezaron a quedar juntos. En un principio era una relación sana, aún si aquel hombre era mucho más mayor que él, pero con el tiempo las cosas cambiaron. Ya no le mostraba el amor que le había prometido. Con la vuelta a clase ambos debían distanciarse para que no se descubriera su relación. Con el tiempo Scott se dio cuenta de que parecía que él se sacrificaba demasiado por esa relación sin sentido. Una tarde encontró a aquel hombre con una alumna de otra escuela, pues él daba clase en otras escuelas también. El resto, es historia.

Sus padres estaban muy enfadados cuando se enteraron. Scott le contó todo al director, incluso mostró sus conversaciones con el profesor y las fotos que le mandaba. La escuela estuvo envuelta en un escándalo que supieron cubrir bien; el hombre fue sentenciado a diez años de prisión, no solo por estar en relaciones indebidas con menores, sino también por poseer fotos explícitas de estos. Por suerte, no compartió esas fotografías, pero podría haberlo hecho y no haber dejado pruebas. Scott sufrió mucho cuando estuvo dando testimonio en la corte, pero Julia estuvo a su lado en todo momento. Los demás sabían más o menos que había pasado, pero tampoco era algo de lo que quisiera hablar, así que pidió discreción a todos.

Cuando acabó el juicio necesitó un tiempo que nadie le dio. Fue al psicólogo por unas semanas pero con el tiempo dejó de ir. Simplemente quería estar solo y pensar. Se sintió utilizado, como si no le importara a la persona a la que más amaba, hasta se sentía culpable. Lloró durante muchas noches, y sus notas bajaron demasiado. Sus profesores entendían la situación y eran comprensivos con él, pero de todas formas debían evaluarle como a los demás. La única persona a la que le contó todo fue a Julia, porque ella quería saber la verdad y quería escucharle. Por alguna razón, sintió que podía contarle todo y confiar en ella. Julia había estado siempre a su lado, por eso sentía que le debía tanto. Por eso se preocupaba tanto por ella.

Volvió a mirar su móvil y se frustró al no ver ningún mensaje. Miles de pensamientos invadieron su mente. Seguramente estaría con Alice... Oh, Alice. Esa chica le daba rabia pero a la vez la quería. Sabía que le caía mal porque le confrontó por su situación con aquel hombre, pero aún le costaba admitir que ella tenía razón. Sin embargo, había otra razón por la que le caía mal. De todas formas ese sentimiento negativo que tenía hacia ella no le impedía disfrutar de sus quedadas con su grupo de amigos, y tampoco la odiaba como persona.

Volvió a mirar su móvil y lo tiró a la cama al no ver ninguna respuesta. Escondió su rostro en sus manos y negó con la cabeza intentando no admitir lo obvio. Si Julia no le contestaba, significaba que estaba enfadada o de mal humor. Y la única persona que la podía afectar tanto era Alice. O quizás fue Popee. Era obvio que Julia quería mucho a Alice y, por ende, no le gustaba Popee. Así que...

Se levantó para ir a hablar con ella. Iba a ir a su casa, quisiera o no, porque no aguantaba no poder hablar con ella, sobretodo si se encontraba mal. Habían pasado días sin verse ni hablar porque había un puente. Antes de salir de su casa, se despidió de su progenitora. Su madre, como mujer latina que era, estaba viendo su telenovela de la tarde. Entonces hizo su típico comentario que no era para herirle, pero lo hizo.

"No te estés viendo con gente que yo me sé".

Su voz de por sí era alta, así que eso sonaba como una amenaza. Su madre pensaba que su hijo se veía con hombres mayores, ya que en lugar de culpar al hombre, culpó a su hijo. Y a veces decía cosas que le herían más de lo que deberían. Ese comentario no era tan malo, pero Scott aún estaba sensible por la situación, y solía esconder sus verdaderos sentimientos de su familia, así que no dijo nada.

Intentó ignorar sus palabras y se fue a la casa de su amiga. Al contrario que los demás, la casa de Julia estaba lejos de la suya, así que tuvo que caminar un buen rato para poder llegar a aquel bloque de pisos. La llamó al teléfono pero no contestó. No tuvo más remedio que tocar el timbre. Tardó un poco pero la puerta del portal se abrió. Subió las escaleras y vio la puerta de su amiga abierta. Entró en el piso solo para ser recibido con los ojos azules de su amiga.

—¿Qué haces aquí? —preguntó la rubia cubierta por una manta.

—Estaba preocupado por ti...

—Estoy bien.

Scott se acercó a ella y la miró cara a cara. Su cabello rubio estaba recogido en una coleta mal hecha y desordenada, que estaba cubierta por aquella manta morada que solía usar al ver películas. Sus ojos estaban un poco rojos de llorar, y se podía notar unas ligeras ojeras que la hacían ver cansada. Su piel parecía más pálida y sus labios también. Ella frunció el ceño.

—¿Qué miras?

—A ti. —respondió un poco irónico, dando un paso hacia delante para abrazarla.

Julia dudó en corresponder su abrazo, pero lo hizo porque eran amigos. Scott la abrazó fuerte, y cuando se alejó de ella, tomó su rostro entre sus manos.

—¿Qué ha pasado? —preguntó preocupado, pues le dolía verla así— Sé que no estás bien.

—Ah... —Julia intentó no llorar, pero no pudo contenerse y miró al suelo para dejar escapar las lágrimas.

—Venga, no llores. Vamos a ver una peli y comer palomitas, ¿vale? —intentó animarla, lo cual dio un poco de resultado.

—Está bien.

Esa tarde, Julia le contó todo. Su conversación con Tom, su pelea con Alice, su distanciamiento con la misma... Y sobre Popee.


_________

Hellow!

Nuestro boi Scott por fin tiene un poco de protagonismo jsjs 

Como curiosidad, en un principio Scott tenía los ojos marrones (en multimedia sale con ojos verdes) because he's latino, y la gente latina no suele tener los ojos claros. Peeero creo que los ojos verdes le dan un toque cute.

Si me preguntáis de dónde es, realmente no le he dado un lugar de nacimiento, al igual que los demás. No creo que sea algo importante para la historia. Hay cosas que no están determinadas (por ejemplo la sexualidad de los personajes, que en parte tiene sentido ya que son muy jóvenes y aún están descubriendo sus gustos). 

Eso es todo por hoy. Espero que estés bien y mucho ánimo, que ya queda poco para acabar las clases :)

Cuídate que te lo mereces <3

¡Nos leemos luego!

The cute boy |Popee the performer x Reader|Where stories live. Discover now