Capítulo 8

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Al llegar a la parada del colectivo seguía enojada, después de tremendo rechazo él creía que actuaría normal. -No, estas equivocado Yoosung-. No seré la misma, mi pie somato el suelo. 

La fila comenzó avanzar, logré subir y sentarme a lado de una ventana, recosté mi cabeza en ella, todo iba bien hasta que vi a Mc y Yoosung caminar juntos. 

-Si ella no fuera casada fijo se hubiera fijado en él.- Rei deja de martirizarte con eso, olvida lo de anoche y continúa con tu vida. 

-En cualquier momento debía decírselo.- (El momento justo era cuando supiéramos si le gustábamos), decían mis otra personalidades. 

-¡Callense producto de mi imaginación!.- La mujer sentada a mi lado me miró extraño. Dirigí mi vista hacia el paisaje. Si la ignoro ella probablemente haga lo mismo...

-Últimamente actuó idiotamente- caminaba hacia la clase de primera hora, Anatomía 1, no era fan, había que estar examinando animales muertos, la semana pasada trabajamos con un conejo, lloré cada vez que la abría con una cuchilla cada parte de su esponjoso cuerpo. Recuerdo que Yoosung me consoló. 

Reí por un momento, llegué a la clase y me aproximé a mi área de trabajo, saqué los utensilios que utilizaría hoy. 

-Cuchilla, amm la otra cosa puntiaguda.- Estaba tan metida en mis asunto que no sentí que alguien estaba a mi lado. 

-El separador, debes de aprenderte los nombres de todos los utensilios.- Puse los ojos en blanco, ¿realmente no había captado el mensaje hoy en la mañana?. 

-Lo haré a su tiempo, gracias.- Yoosung suspiró, ¿qué trataba de hacer?. 

-Yo quiero pedirte…-

-No quiero tus disculpas, no quiero oirlas.- Eran las mismas palabras que él había dicho, si no quería escuchar lo que sentía por él pues yo tampoco escucharía sus disculpas. 

-Esta bien, esperare a que se te pase el enojo.- Se alejó de mí, esto no era algo que duraría un par de horas, sus palabras realmente me lastimaron…

De regreso a casa decidí pasar por Mc, la busque en Google, según mi inocencia no era posible encontrar información sobre una persona en internet, pero me equivoque, leí que tiene una repostería la cual quedaba a unas diez calles de mi apartamento. 

Entre al lugar, me quedé asombrada, pasteles por doquier y panecillos, todo se veía delicioso.

Me dirigí donde Mc se encontraba con un chico. Era alto, de tez morena, cabello oscuro, y delgado, aunque tenía algo de músculo. No estaba mal. 

-¡Hola Mc! Vengo por ti.-

-¿Cómo sabes que estaría acá?.- 

-Recuerdo que Yoosung me dio una vez el nombre de la repostería, lo busqué en Google y apareció la dirección.- a parte de idiota mentirosa, ¿qué dirían mis padres?. 

-Jaja muchas gracias por venir por mi.- Mire que el empleado a la par de ella le pegaba con el codo suavemente. 

-Rei, te presento a Michael, es un viejo amigo y me ayuda con la repostería.-

-¡Mucho gusto!- el chico sonrió ampliamente. 

-Un placer.- extendí mi mano. Él la tomó, pero no sentí una corriente eléctrica como cuando lo hice con Yoosung. Lo solté. 

-Debemos irnos, pronosticaron que esta noche nevería, la puerta del edificio siempre se atora con la nieve.- Debía salir de ahí, el chico no dejaba de mirarme. 

-¡Me encanta la nieve! Michael, ¿podrías cerrar?.-

El chico sonreía, traté de devolver esa sonrisa. 

-No hay problema, nos vemos de nuevo Rei.- 

-También lo espero, adiós.- Fui la primera en salir, no sabía cómo interpretar lo sucedido. 

Nos dirigimos a su auto cuando alguien nos detuvo. 

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