Capítulo 23

691 79 30
                                    

Yoosung me ayudaba a empacar. 

-Gracias por ir a colocar flores, a Jumin le gustaron.-

-Me alegro escuchar eso.- Ese día había ido a despedirme de Mc, aunque seguía sin hablar se que al menos me escuchó, también me despedí de su hija, deje unas flores preciosas de color rosa. 

-¿A qué hora sale tu vuelo?.- 

-Saldrá a las 9 de la mañana.- 

-Espero tengas un buen viaje.-

-Gracias. ¿Estás seguro de querer quedarte?.- Muy adentro de mí esperaba que viniera conmigo, pero no lo puedo poner a escoger. 

-Si, Jumin nos necesita, hasta que Mc salga del hospital.-

-Su reacción no ha sido muy favorable.-

-Es cierto, por ahora debemos ser pacientes.-

-¿Te gustaría quedarte esta noche acá?.-

-¡Por supuesto!.-

Al día siguiente Yoosung despedía a Rei en el aeropuerto. 

-Llámame al llegar.-

-Lo haré.- Besé sus labios, fue un beso prolongado.

-Te prometo que hablaré con tus padres cuando se calme la situación.-

Tomo mi rostro en sus manos, me gustaba sentir su calor, cerré los ojos por unos segundos. 

-No tienes que preocuparte, yo Hablaré con ellos.-

-No, eso debo hacerlo yo.-

-Que seriedad.- Me reí, pero él no. 

-Todo lo relacionado con lo nuestro lo tomó con mucha seriedad.- Me miró a los ojos, su determinación era fuerte. 

-Pero por ahora no te preocupes.-

-Lo haré Rei, quiero hacer esto correctamente.- (Dios, quiero estar con él, quedarme con él hasta después de la muerte).

-De acuerdo.- El altavoz dio su aviso. 

-Vuelo 813 con destino a Seúl, por favor abordar la puerta número 11.-

-Debo irme, por favor cuida a Mc, llamaré al llegar, no te metas en problemas.-

-Lo prometo, ten un buen viaje.-

Me beso por última vez y me soltó. 

Inicie el recorrido para abordar el avión, voltee a verlo, levantó la mano para decirme adiós, yo hice lo mismo. 

Me tomaría dos horas en llegar a casa, debía avisarle a Yona cuando esté en la parada de bus, pero decidí darles mejor una sorpresa. 

-¡YONA!.- Mi hermana estaba leyendo un libro en el jardín delantero, al oírme gritar lo tiró. 

-¡REIIIII!- Corrió hacia mí, me abrazó. -Te extrañe tanto.-

-Me viste hace cinco meses.-

-Y solamente te vimos dos semanas.-

-Lo sé, ¿mamá y papá?.- 

-Están adentro.-

Tome mi maleta, nos dirigimos a la entrada. 

El olor a comida inundaba mis fosas nasales, extrañaba la comida de mamá, siempre fue buena cocinera. 

Corrí a la cocina a abrazarla. 

-¡Rei!, mi niña está en casa.- Dejó a un lado lo que hacía para abrazarme. 

-¿Escuche bien?, mi niña está en casa.- papá se asomó a la cocina, corrí abrazarlo, debo admitir que mi relación con papá siempre ha sido especial, ha sido mi mejor amigo de toda la vida, mi consejero y mi aliado.

-Si papá estoy en casa.- Mis lágrimas no tardaron en salir, puesto que lo había extrañado tanto y tenía cosas que contarle...

-Me alegra saber que llegaste bien.- Yoosung estaba al otro lado de la línea. 

-¿Sigues en el hospital?.-

-No, regrese a casa, Mc perdió la cordura hoy.-

-¿Ella está bien ahora?.-

-No quiere ver a Jumin, trato de ayudarla a comer, pero Mc...-

-Comprendo.- Mi amiga seguía sin querer ver al señor Han. 

-Tuvieron que sedarla de nuevo.-

-¿El señor Han?.-

-Solo tiene un moretón en la frente, no crei que Mc tuviera buena puntería.-

-Me imagino.-

-¿Cómo está tu familia?.-

-Estamos bien.-

Se hizo un silencio. 

-Rei, ¿cuándo regresas?.-

-Después de fin de año.-

-¡REIIIII!, VEN RÁPIDO, ES PAPÁ.-

Yona gritaba a todo pulmón. 

-Yoosung te hablo luego.-

-Claro.- Colgué. 

Corrí hacia la sala de la casa, mamá y Yona se encontraban hincadas mientras que papá se encontraba en el suelo inconsciente. 

-¿Qué pasó?.- ¡Maldición!, algo no estaba bien. 

-No lo sabemos, de repente cayó al suelo.-

-Yona llama a la ambulancia.- Corrió a tomar el teléfono. 

-Mamá, mamá.- No reaccionaba. -¡MAMÁ!.- Me miró con los ojos vidriosos. -Mamá, ve por tus documentos y por los de papá.- Mi madre no se movía, estaba entrando en shock. -¡YONA!, VE POR LOS DOCUMENTOS DE MAMÁ Y PAPÁ!.

Cada minuto era crítico para mí, le hablaba a mí padre, pero seguía sin responder.

La ambulancia no tardó en llegar, pero ya era tarde para mi padre, había perdido la vida a causa de un paro cardíaco. 

BUSCÁNDOTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora