Capítulo 27

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-Rei no debes.-

-Sí madre si debo y lo sabes.-

-Yo puedo, ten fe en mí.- Decía mi madre. 

-La tengo, pero no duraremos mucho tiempo, puedo tener fe, pero las circunstancias son otras.- Apreté su mano. Debía de comprender que mi decisión era definitiva. 

-Haga lo que haga no cambiarás de opinión, eres terca como tu padre.-

Hice una medio sonrisa. 

-Soñé con él.-

-¿Qué soñaste?.- Mi madre sonrió con tanto cariño, se acomodo a mí lado. 

-El día que jugamos con nieve.-

-Lo recuerdo, ambos se enfermaron, la cena de navidad no era lo que esperaba.- Mi madre rió por lo bajo, hace días no lo hacía.

-La abuela se enojó mucho con él.-

-Mi madre esperaba tener una noche buena en familia.-

-Madre, mañana...-

-Yoosung se merece una buena cena, después de todo él te encontró.-

-Tienes razón se la merece.- Mire hacia la puerta. -¿Podrías llamarlo?.- Gire mi cabeza hacia ella. 

-¿Por qué no lo buscas tú?.- Mi madre sabía perfectamente que no debía de ser ella quien le pidiera hablar, debía ser yo. 

Le di un beso en la mejilla, me levanté de la cama. 

Bajaba las gradas lentamente, tenía la sensación de que lo encontraría en la sala. 

No me equivocaba, estaba jugando con Yona un juego de mesa. 

-¡Gane!, te dije que era invencible en este juego.- Yoosung la veía sorprendido. 

-Bueno yo soy mejor en los juegos online.- Ambos rieron. 

Me acerque silenciosamente a ellos. 

-¿Qué juegan?.-  Yona se levantó para abrazarme. 

-¡Rei!, jamás vuelvas hacer eso, si Yoosung no te encuentra a tiempo...-

-Estoy bien Yona, no te preocupes.- Me separe un poco de ella. -¿Podrías dejarme sola con Yoosung?.-

Yona me guiñó uno de sus ojos. 

-Por supuesto.- Se despidió de él. -Nos vemos luego cuñado.- Salió de la habitación dejándonos solos. 

Un silencio incomodo se hizo presente. 

Me senté enfrente de él, sus ojos púrpura suaves me esquivaban. 

-Quiero pedirte disculpas, no debí cerrar la puerta...-

-¿Estas bien?, ¿No te sientes enferma?, estabas cubierta por la nieve cuando te encontré.-

-Gracias por salir a buscarme, no era necesario y sí, me encuentro bien.- Mi corazón comenzaba agitarse. -Yoosung...-

-Descuida, comprendí el mensaje, mañana tomaré un vuelo de regreso a Corea.- Me interrumpió brutalmente. 

-Mi madre quiere que te quedes, hará la cena de noche buena en tu honor.-

-No es necesario, no quiero incomodar.-

La mirada de Yoosung se giró hacia el altar de mi padre. 

-Yoosung...- Mi cabeza estaba a punto de tomar la decisión equivocada. -Yo, no regresaré a Corea.-

YOOSUNG 

-No regresaré a Corea.- La mire, abrí mis ojos tanto que me dolieron. 

Una sensación nacía desde mi corazón. 

¿Cómo explicar esta sensación?, era lo mismo cuando me enteré que Rika había fallecido. 

No, está sensación es peor. 

Es como si me faltara el aire para respirar, algo oprimía mi pecho, algo estaba fallando dentro de mi. 

-¿Qué?.- Dije en un susurro 

-Con respecto a nosotros, quiero terminar.-

Si ya me sentía destruido, esa confesión terminó por matarme. 

-¿Terminar?, cómo puedes decir eso, apenas hemos empezado...-

-Mi vida está acá Yoosung, mientras más rápido mejor, ninguno de los dos sufrirá.-

Me miraba a los ojos, no veía ninguna emoción en ellos, la calidez se había evaporado de la noche a la mañana como su amor por mí. 

-Tú me has amado por casi dos años, ¿crees que te creo?, jamás en tu vida podrás olvidarme como yo a ti.- Me acerque a ella, necesitaba hacerla recapacitar. 

-Por favor no te acerques, no te hagas esto.-

Me detuve. 

(¿Hacerme esto?, ¿por qué?). 

-Por favor, regresa a Corea lo más pronto posible y olvídate de que existo, nos haremos un favor.- Se levantó, me miró por última vez. -Cuidate Yoosung.- 

¿Qué acababa de pasar?, ¿acaba de dejarme?, ¿eso quiere decir que jamás me amó?. 

¿Qué se supone que debía de ser ahora?, ¿debía de quedarme o irme?, es la primera vez que me siento perdido...

No recuerdo cómo llegué a la habitación de huéspedes, pero hice lo que tenía que hacer, prepare mi maleta y aparte un vuelo hacia Corea a primera hora. 

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