BUSCÁNDOTE

Capítulo 10

-¿Fue ella quién la dejó?.-

-Así es, a los minutos que saliste de la repostería entró ella con esa maleta, dijo que un tal señor Han la mandaba para ti, que por favor te la entregará en las manos. Me dio la dirección, y bueno hasta me dio para tomar un taxi.-

Pude ver que el chico moreno se sentía incómodo ante tal situación. 

-Gracias Michael, no te preocupes yo pagaré lo del taxi.- 

-Esta bien, debo irme, deje mi motocicleta en la repostería.-

-Te acompañaré afuera.- Me levanté y salí junto con él del apartamento. 

-Oye hace rato dije que quería conocerte mejor, pero creo que no me escuchaste.- estamos en el elevador cuando dijo esas palabras. Lo mire, ¿Se fijó que miraba a Yoosung?. 

-Lo lamento, mi mente estaba en otro lugar.-

-De casualidad ¿en el chico rubio?.- Me quedé parada afuera del elevador, mire al suelo, sentía como mi rostro se volvía caliente, acaso ¿Era posible que fuera fácil de leer?. 

-Él es solo mi amigo- Lo dije para evitar el tema, no quería saber la respuesta de mi propia pregunta. 

-Comprendo.- El chico pasó a la par mía para salir del edificio. 

-Michael.- Se detuvo, se giró para mirarme de nuevo. -Quiero conocerte mejor.- trague en seco, no sabía porque esas palabras estaban saliendo de mi boca. 

-También quiero conocerte mejor, nos vemos.- sonrió de nuevo y salió del edificio dejándome más confundida…

UNA SEMANA DESPUÉS 

Desde ese día Michael venía a visitarme con la excusa de ver a Mc. Si soy sincera tuve mis dudas al principio, pero al final empezamos a forjar una amistad, ahora ya es común verlo. 

Y no solamente eso, conocí mejor a Mc, es una gran persona. (Sabía que no debía bajar la guardia con ella). Me encariñe y ahora que me siento bien con su compañía decidió irse a vivir sola. 

-¿En serio tienes que irte?- Miraba la maleta y algunas otras cosas que había comprado para su nuevo apartamento. 

-Jajaja si, encontré un lugar cerca de la repostería, será mejor para ti, siento que hago mal tercio cuando viene Michael a visitarme.-  Mire hacia la pared, poco a poco mi rostro se tornaba rojo. 

-Él es encantador.- Dije sinceramente, había demostrado ser una persona paciente conmigo. 

-¿Y qué pasó con Yoosung?.-

-No he cruzado palabras con él, incluso en las clases que tenemos juntos se sienta lejos de mí, y es algo que agradezco, no me siento capaz todavía de retomar nuestra amistad.- De hecho creo que nunca podría, durante todo este tiempo he tratado de ser fuerte y de no hablar con él, es mejor para los dos, así tendré tiempo de olvidar y enterrar esos sentimientos amorosos. 

-Me imaginó.- Ella me estaba mirando duramente. Decidí cambiar de tema. 

-¿Quién vendrá ayudarte?.-

-Mi amigo Zenny.-

-¿Zenny?.- qué nombre tan raro. Tome mi jugo de naranja y le di un sorbo. 

-Zen.- Escupí el jugo. 

-¿Eres amiga de zen? ¿Zen el actor?.- Ella comenzó a reír. 

-Sí, él mismo.- Demonios, está chica, no solamente me quito a Yoosung, si no que también es amiga de mi actor favorito. Que envidia.

-¿Puedes presentármelo? Hace años vi una obra donde actuó y desde ahí no he dejado de seguirlo y apoyarlo. Soy una fan, cada póster publicitario que han usado para sus obras las he coleccionando, incluso estoy en el club de fans, soy miembro activo.- Dije muy emocionada. 

-Jajajajaja creo que tú y Jaehee se llevarían bastante bien.- 

-¿Jaehee? Su prometida, espera ¿tú la conoces?.-

-La señorita de traje elegante.- Di un grito, fue tan agudo que Mc se tapó los oídos. 

-Lo siento, es que nadie la conoce, Zen ha cuidado mucho su vida personal, solo dijo que se casaría y que por favor le diéramos privacidad.-

-Mmm sabes se casarán el 14 de diciembre, ¿quieres ir conmigo a la boda?.- ¿Yo puedo? ¿Me dejan?. 

-¡Claro que sí! Te imaginas yo, en la boda de mi ídolo, no me lo creo.-

-Y también lo conocerás en 10 minutos.-

-¡Aaaahhhh!- Tal y como había dicho, mi ídolo tardó solamente diez minutos para estar en mi apartamento, pero no llegó solo, Yoosung lo acompañaba. 

Toda mi atención se dirigió a Zen, nos estábamos conociendo, nos llevamos bien incluso me invitó a su boda, siempre y cuando no mencionara ni una palabra, lo cual prometí con mucho orgullo.