ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ɴᴜᴇᴠᴇ

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La casa de Hux era muy bonita; grande, espaciosa, con un patio gigante y decoración de un estilo moderno. Sus padres eran adinerados, por lo que él era todo un hijo de mami y papi, dependiente, y estaba acostumbrado a quedarse solo debido a los viajes de trabajo y no tan de trabajo de sus progenitores, por lo que sus fiestas siempre eran populares en toda la universidad, no solamente en su campus.

Ben Solo no era un chico demasiado fiestero, ni siquiera lo parecía, pero cuando uno de tus mejores amigos hace una gran fiesta y te invita, pues, realmente no te puedes negar. Aunque Ben sabía que su presencia, o su ausencia, pasaría desapercibida, pero no quería decepcionar a Hux, por lo que cuando le comentó que el viernes de la primer semana del séptimo semestre haría una fiesta de bienvenida debido a que sus padres saldrían de viaje accedió con falso entusiasmo.

—¡Si! Sabía que podría contar contigo, Ben —dijo el pelirrojo con una gran sonrisa en el rostro.

—Claro, tu gran amigo Ben parece que se muere por ir —bromeó Phasma, burlándose del gesto incómodo del chico.

—¿Por qué no ir? —se encogió de hombros— Será un buen inicio del semestre y además no tengo nada que hacer, ¿tú irás, Phas?

La chica puso los ojos en blanco y se echó su melena rosa brillante hacia atrás.

—Por supuesto, no me perdería la oportunidad de acostarme con alguien en alguna de las lujosas habitaciones de tu mansión —miró al futuro anfitrión, quien parecía deseoso por ser el suertudo que quedaría con la chica para algo de una sola noche.

—Si quieres puedes ir hoy y escoger la que más te agrade, o incluso practicar... —comenzó a decir, pero ella le echó una mirada amenazante que lo dejó en silencio. Ben rió.

—Solo fue una vez, Hux, ya supéralo —respondió, poniendo los ojos en blanco—. Pero asegúrate de invitar a Jyn. Coqueteamos mucho durante el semestre pasado, sería divertido que por fin sucediera algo.

—¿Jyn Erso? —preguntó Ben con las cejas levantadas.

Phasma rió.

—¿Qué? ¿Te gustaba? —le dijo en un tono triste fingido, llevándose una mano al pecho— No sé si le gusten los chicos, pero definitivamente le gustan las chicas.

—No me gusta, creí que tenía novio.

La chica se quedó pensativa un rato mientras Hux y Ben la miraban expectantes; de pronto, sonrió con travesura.

—Lo averiguaremos el viernes —les guiñó un ojo y comenzó a caminar, alejándose de ellos— Debo ir a clase —se giró y dijo con asco, luego se dirigió al pelirrojo—. Recuerda invitar a Jyn.

—Claro —sonrió, pero Phasma ya se había alejado.

—Es increíble que la dejes hacer un desorden en la casa de tus padres —comentó Ben entre risas, pero su amigo se encogió de hombros.

—Tú lo has dicho, es la casa de mis padres —rió—. Además, yo sé que en el fondo está loca por mi.

El chico comenzó a burlarse, dejando caer su mano sobre su espalda.

—Sigue soñando, amigo.

Los siguientes días pasaron rápido para la suerte de todos, pues estaban ansiosos por descargar energías e irse de fiesta en una de las casas más lujosas de la ciudad. Estaba ubicada colina arriba, incluso había una enorme reja en la que un guardia recolectaba los datos de cada conductor que llegara queriendo abrirse paso hacia la mansión.

Pasadas las diez de la noche el lugar ya era todo un caos; la piscina estaba llena, el patio a reventar, casi todas las habitaciones ocupadas y vasos de plástico regados por todas partes. El baño parecía ser el único lugar tranquilo y solitario, pero incluso en eso Ben estaba equivocado, pues vio a Phasma salir riendo de ahí tras un chico al cual desconocía. Estaba algo despeinada y su brillo labial había desaparecido.

LovesickWhere stories live. Discover now