Lovesick

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴠᴇɪɴᴛɪᴛʀᴇs (ғɪɴᴀʟ)

Ben estaba completamente sonrojado. Su rostro entero ardía, y la chica a su lado trataba de no reír. No podía culparla, él también estaría riendo si la situación fuese distinta, pero el objeto de burla principal en ese momento era él mismo.

—Entonces, ¿me estás diciendo que te quedarás con Rey, la niñita que decías aborrecer, hasta el fin de la cuarentena? —repitió su padre por décima vez. Han y Leia también estaban al borde de las carcajadas, pero aún así se estaban tomando el tiempo de molestarlo un poco más.

El chico suspiró y miró a la castaña.

—De hecho es probable que sigamos viviendo juntos... incluso después de que acabe la cuarentena —murmuró, pero sus padres lo escucharon perfectamente.

Era gracioso, pues el internet durante videollamadas solía fallar bastante seguido, pero ahora que él deseaba que la conexión se debilitará, estaba más fuerte que nunca. Podía ver la imagen de sus padres en la pantalla con bastante claridad, y ambos sonreían.

—¿Oíste eso, Leia? —preguntó el hombre a carcajadas.

La mujer suspiró.

—Ya era hora —se encogió de hombros.

—¿Qué? —exclamó el chico, levantando ambas cejas en sorpresa— ¿Qué fue eso? 

Rey lo miró con una sonrisa burlona. 

—¿Qué pasa, Solo? ¿Comienzas a tener dudas? —preguntó, cruzándose de brazos. El chico negó con la cabeza y posó una mano en su hombro, dándole un apretón.

—No tengo dudas sobre esto, pero no creí que mis padres estuvieran tan tranquilos con la idea.

—Ya eres bastante mayorsito, Ben —comenzó a decir Han—. Hasta tu madre lo comprende; ya eres capaz de hacer tus propias decisiones.

—Además de que Rey es maravillosa, ya era hora de hicieras algo al respecto —comentó la mujer, haciendo que la joven pareja se sonrojara.

—Mamá... 

—Yo estoy de acuerdo con Leia —interrumpió Rey, sonriendo—. Ya era hora, Ben.

—¿Qué? Pero si eras tú la que...

—Ya, muchachos, tendrán mucho tiempo para discutir y arreglarse después —Han y Leia se miraron con complicidad, como si estuvieran recordando viejos tiempos—. ¿Esa era la gran noticia?

Los chicos asintieron.

—Que bueno —respondió Han, suspirando con alivio—. Tu madre se estaba volviendo loca porque creyó que tendrían un bebé o algo por el estilo.

Rey casi se atraganta con su propia saliva.

—No, ¡no! Solamente me quedaré aquí hasta nuevo aviso, supongo —contestó Ben, sonriendo—. ¿Seguro que ya estás bien?

—Claro, me siento como nuevo —Han sonrió y pasó un brazo por los hombros de su esposa—. Creo que tu madre y yo debemos irnos, ustedes deben estar muy ocupados adecuando el departamento.

—Rey no está embarazada —repitió el chico, pero su padre rió.

—No lo estoy —dijo ella rápidamente, todo el rostro sonrojado.

—Esta bien, esta bien —intervino Leia—. Pero los dejaremos solos, supongo que tienen mucho que hacer y hablar.

—Los amo.

—Nosotros a ti, Ben —respondió Han—. A ti también, Rey —la chica sonrió tímidamente—. Parece ser que ya eres parte de la familia.

Familia.