ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴏɴᴄᴇ

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Ben ya había tenido experiencia cuidando de enfermos. Una vez, Chewie encontró una caja de chocolates que Han Solo le había regalado a Leia por San Valentín y se comió al menos la mitad de los dulces, por lo que Ben tuvo que llevarlo inmediatamente al veterinario donde le dieron al perro unos cuantos medicamentos para su estómago así como también una dieta recomendada para fortalecerse un poco. A pesar de que había sido su padre quien había dejado los chocolates a la vista y demasiado al alcance de Chewie, fue Ben quien tuvo que encargarse de cuidarlo y revisar que estuviera comiendo bien. Resultó ser que el perro era aún más mimado estando enfermo de su estómago.

Cuidar de Rey era más o menos igual; el chico corría de lado a lado tratando de darle atención y ayudarle en lo que fuera necesario. No era que se quejara, pero sí podía comprender con bastante claridad por qué no estaba estudiando medicina o algo parecido a eso. No era lo suyo, para nada, pero tampoco quería dejarla sola; en todo caso hubiera aceptado la propuesta de su tío y él ya estaría en casa con sus padres y su perro.

Había recurrido a sus habilidades de chef y a la ayuda de Phasma, su mejor amiga en todo el mundo. Constantemente le enviaba mensajes pidiéndole consejos acerca de las mejores comidas para darle a alguien con gripe, y además de la ayuda, la chica de cabello rosa no perdía la oportunidad para burlarse de él y molestarlo.

—¿Ya le pediste matrimonio? —preguntó en un ocasión en tono de burla. Estaba ayudándole a preparar una sopa que, en sus palabras, le vendría de maravilla a Rey.

—Muy graciosa, Phas —respondió él con seriedad, levantando la vista para mirar a su amiga a través de la cámara del celular y observando la sonrisa burlona que llevaba ella en su rostro.

—Ya admite que sientes algo por ella —murmuró, lo que provocó que el chico se sonrojase, levantando las cejas con alarma.

—Rey está en su habitación, no digas esas cosas —susurró—. Y no es cierto, solamente estoy tratando de comportarme como un buen invitado y ayudándola mientras ella está algo indisupuesta.

Phasma puso los ojos en blanco.

—Claro, como tú digas... ¿ya están cocidas las verduras?

Después de pasar otra hora más en la cocina, por fin pudo hacer un plato de sopa decente para llevárselo a la chica. Rey seguía recostada en su cama, con su laptop sobre el pecho tratando avanzarle a sus tareas. Ben se la quitó, lo que la hizo protestar, y en su lugar dejó la bandeja con en plato, los cubiertos y una taza de té.

—Deberías esforzarte menos, estás enferma —le dijo él antes de retirarse e ir a la cocina por su plato. Había estado haciéndole compañía casi a todas horas, y ninguno se había quejado hasta ahora, así que eso era buena señal.

Cuando Ben volvió a la habitación, sentándose en la silla del escritorio de la chica, ésta arrugó la nariz.

—Hay mucha tarea por hacer, no puedo "esforzarme menos" —gruñó, llevándose una cucharada de sopa a la boca. Al probarla, el gesto se le suavizó un poco—. ¿Dónde aprendiste a cocinar? Esto está muy bueno.

El chico rió.

—Sólo súmale tutoriales de Youtube a mi talento natural —respondió echándose el cabello hacia atrás dramáticamente. Rey entrecerró los ojos.

—Phasma te ha estado ayudando, ¿cierto? 

—Un poco —murmuró.

—Lo sabía —Rey sonrió con satisfacción. La chica le caía bien, ademas de que en numerosas ocasiones había sido bastante amable con ella a pesar de la ruda personalidad que aparenta.

LovesickWhere stories live. Discover now