ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄᴀᴛᴏʀᴄᴇ

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Una semana había pasado rápido, demasiado rápido para el gusto de Ben y Rey. Después de haber trabajado en su proyecto por más de dos meses, por fin había llegado el día de presentarlo. Se habían esforzado mucho, y habían visto y leído Orgullo y Prejuicio una gran cantidad de veces para tratar de capturar su esencia lo mejor posible. Rey corría de un lado a otro, revisando su cabello, su ropa y su maquillaje. Tenían que vestirse formales para la presentación, por lo que ambos chicos habían tenido que arreglarse de acuerdo a la ocasión.

Rey se había puesto una blusa blanca de tirantes y encima un saco formal de color crema. Decidió ponerse un pantalón gris cómodo, ya que no tendría que mostrarlo en cámara, y andaba descalza. Ben, por su parte, se había puesto una camisa de botones completamente negra y un saco del mismo color encima. No tenía mucha ciencia, por lo que no entendía por qué la chica parecía estar tan nerviosa.

—Tienes que relajarte, Rey —le dijo el chico mientras ella caminaba de un lado a otro, nerviosa—. Todo va a salir bien.

—¿Tú no estás nervioso? —preguntó con la voz temblorosa.

—No —mintió. La verdad era que se encontraba bastante nervioso, y sí que tenía sus razones. Lo que estaba por hacer lo había estado meditando por mucho tiempo y el día se veía muy lejano...—. Va a salir bien, enserio.

Toda la semana había estado algo extraña para ambos; entre la presentación final, la extraña dinámica que estaban llevando, y las dudas que acechaban la cabeza de la chica era simplemente demasiado. 

—Pero cualquier cosa puede pasar, ¿qué tal si se va la luz? ¿O si a Holdo se le va la luz? O...

Ben la tomó por los hombros y la miró a los ojos.

—Rey, no va a pasar nada de eso —le dijo con calma—. Los nervios no te ayudarán en nada.

Ella asintió, respirando por la boca.

—Claro, todo estará bien.

Además de la tarea principal, Holdo les había asignado una pequeña tarea extra, y Rey no la había preparado. Debían mencionar por qué creían que trabajarían con Orgullo y Prejuicio, pero ella se había concentrado en lo importante, por lo que dejó lo extra a un lado. Con suerte, podría improvisar sin problemas y todo estaría bien.

Vio el reloj y se dio cuenta de que la profesora llamaría en cualquier momento, y puntual como siempre, el tono de la videollamada sonó desde el portátil de Ben. 

—Buenas tardes, profesora —saludó el chico, pero la expresión de la mujer era confusa.

—¿Chicos? ¿Qué hacen tan arreglados? —preguntó, lo cuál los confundió a ellos también.

—La presentación era formal, ¿no? —cuestionó la chica.

—Creo que hubo una confusión —comenzó a decir—. Hoy es la revisión final y el próximo martes será la presentación frente a todo el grupo, por videollamada, claro, y esa sí será formal.

Ambos chicos se miraron y aguantaron la risa.

—Sí hubo una confusión, entonces —dijo Rey, sonriendo apenada.

—Pero no se preocupen, se ven muy bien —la mentora también sonrió—. Okay, hagamos esa última revisión.

Una hora más tarde, los chicos y la profesora platicaban animadamente sobre el proyecto. Resultó que era uno de los mejores que había revisado y que estaba ansiosa por verlos en la presentación grupal de la semana próxima. Además, volvió a recalcarles lo de la tarea extra, y Rey se recordó a si misma que debía hacerlo ahora si. Tenía la gran ventaja de que habían trabajado con su novela favorita, así que debería ser sencillo.

LovesickWhere stories live. Discover now