Capitulo 3

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Lydia agradecía ser bruja, ya que últimamente su hechizo más usado era el de la invisibilidad, parecía que había llegado tiempo a la reunión. Lydia noto que la manada estaba en forma de lobos, medios escondidos en el bosque, Edward estaba traduciendo.

–Venimos a oír y escuchar, pero nada más. Nuestro autodominio no nos
permite rebasar ese límite.–Edward tradujo, lo que Sam decía.

–Es más que suficiente–respondió Carlisle –Mi hijo Jasper goza de
experiencia en este asunto– prosiguió, Lydia como cada vez que escuchaba su nombre sentía un vacío en su interior, tuvo que suprimir sus emociones, ya que Jasper podía sentirlas –Él nos va a enseñar cómo luchar, cómo derrotarlos. Estoy seguro de que podréis aplicar esos conocimientos a su propio estilo de caza.–

–Los atacantes…¿son diferentes a ustedes? –preguntó Sam por mediación de Edward.

Carlisle asintió.

–Todos ellos han sido transformados hace poco, apenas llevan unos meses en esta nueva vida. En cierto modo, son niños. Carecen de habilidad y estrategia, sólo tienen fuerza bruta. Esta noche son veinte, diez para ustedes y otros diez para nosotros. No debería ser difícil. Quizá disminuya su número. Los neófitos suelen luchar entre ellos.–

–Estamos dispuestos a encargarnos de más de los que nos corresponden si
fuera necesario –tradujo Edward.

Carlisle sonrió.

–Ya veremos cómo se da la cosa.–

–¿Saben el lugar y el momento de su llegada?–

–Cruzarán las montañas dentro de cuatro días, a última hora de la mañana. Alice nos ayudará a interceptarlos cuando se aproximen.–

–Gracias por la información. Estaremos atentos.– Los lobos se acercaron un poco.

–Carlisle tiene razón– empezó Jasper, dirigiéndose sólo a los Cullen. Daba la impresión de que intentaba ignorar a la audiencia ubicada a sus espaldas– Van a luchar como niños. Las dos cosas básicas que jamás deben olvidar son: primera, no dejen que los atrapen entre sus brazos, y segunda, no busquen matarlos de frente, pues eso es algo para lo que todos están preparados. En cuanto los enfrente por el costado y en continuo movimiento, van a quedar demasiado confusos para dar una réplica efectiva. ¿Emmett?–

El mencionado se adelantó un paso de la línea formada por los Cullen con una ancha sonrisa. Jasper retrocedió hacia el extremo norte de la brecha entre los enemigos, ahora aliados. Hizo una señal a su hermano para que se adelantara.

–De acuerdo, que sea Emmett el primero. Es el mejor ejemplo de ataque de un neófito.–Emmett entornó los ojos y murmuró:

–Procuraré no romper nada.– Jasper esbozó una ancha sonrisa, Lydia se sintió patética, ella toda triste por el, y el bromeaba, como si ni se acordase de Lydia.

–Con eso quiero decir que él confía en su fuerza. Su ataque es muy directo.
Los neófitos tampoco van a intentar ninguna sutileza. Procuran matar por la vía rápida.– Jasper retrocedió otros pocos pasos con el cuerpo en tensión.

–Vale, Emmett… Intenta atraparme.– Jasper se convirtió en un borrón cuando Emmett cargó contra él como un oso, sonriente y sin dejar de gruñir. Era también muy rápido, por supuesto, pero no tanto como Jasper, que parecía tener menos sustancia que un fantasma y se escurría de entre los dedos de su hermano cada vez que Emmett estaban a punto de atraparle. Edward se inclinaba hacia delante con la mirada fija en ellos y en el desarrollo de la pelea. Entonces, Emmett se quedó helado. Jasper le había atrapado por detrás y tenía los colmillos a una pulgada de su garganta.
Emmett empezó a maldecir.

–Otra vez– insistió Emmett, que había perdido su sonrisa.

–Eh, ahora me toca a mí– protestó Edward.

–Aguarda un minuto –Jasper sonrió mientras retrocedía– Antes quiero
demostrarle algo a Bella. Sé que te preocupas por ella —explicó mientras
Alice entraba en el círculo con sus despreocupados andares de bailarina.

–Deseo mostrarte por qué no es necesario.–

Alice permaneció inmóvil. Parecía minúscula como una muñeca en comparación con Emmett. Sonrió para sí misma. Jasper se adelantó primero
para luego deslizarse con sigilo hacia la izquierda. Ella cerró los ojos.
Jasper acechaba la posición de Alice. Él saltó y desapareció. De pronto, apareció junto a Alice, que parecía no haberse movido. Jasper dio media vuelta y se lanzó de nuevo contra ella, sólo para caer en un ovillo detrás de Alice, igual que la primera vez. Ella permaneció con los ojos cerrados y sin perder la sonrisa.

Alice sí que se movía. Ella se adelantaba un pasito en el momento exacto en que el cuerpo de Jasper salía disparado hacia la anterior posición de Alice, que daba otro paso más mientras las manos engarfiadas del atacante silbaban al pasar por donde antes había estado su cintura. Él la acosaba de cerca y ella comenzó a moverse más deprisa. ¡Estaba bailando! Se movía en espiral, se retorcía y se curvaba sobre sí misma. Mientras arremetía y la buscaba entre sus gráciles acrobacias, sin llegar a tocarla nunca, él se convertía en su pareja de baile, en una danza donde cada movimiento estaba coreografiado. Al final, Alice se rió.

Edward estaba divertido. Luego, en voz más alta, dijo–Mi turno.–

Ambos estaban acercando poco a poco para acortar la distancia entre ellos, los dos contendientes se habían acercado el uno al otro y la lucha parecía ser más reñida que las anteriores. Jasper contaba a su favor con la referencia de un siglo de combate y aunque intentaba actuar ciñéndose sólo a
los dictados del instinto, el aprendizaje le guiaba una fracción antes de actuar.
Edward era ligeramente más rápido, pero no estaba familiarizado con los
movimientos de Jasper. Proferían de modo constante instintivos gruñidos y se acercaban una y otra vez sin que ninguno fuera capaz de obtener una posición ventajosa. Al final, Carlisle se aclaró la garganta. Jasper se echó a reír y Edward le sonrió.

–Dejémoslo en empate –admitió Jasper–y volvamos al trabajo.–

Todos actuaron por turnos Carlisle, Rosalie, Esme y luego Emmett de nuevo. Lydia observaba atentamente todo, analizando los movimientos.

–¿Veis lo que estoy haciendo aquí– preguntaba Jasper–Eso es, justo así–los animaba –Los costados, concentrarse en los costados. No olviden cuál va a ser su objetivo. No dejen de moverse.

–Mañana seguiremos con la instrucción. Por favor, os invitamos a volver a venir para observar.–

–Sí –respondió Edward con la fría voz de Sam–aquí estaremos.–

Lydia decidió dar a conocer su ubicación, quitando el hechizo hablo.–Lastima, yo también quería participar–

–¿Lydia?, ¿Que haces aquí?– Bella pregunto.

–Bueno, no gracias a ti, ¿se puede saber por qué no me dijiste que te quieren matar?, explícame–

–¿Como te enteraste?, no quería que te pasara nada–

–Sam me dijo, y lo siento, pero vengo a ayudar–

Se escucharon pisadas cerca de donde ellos estaban, pronto vieron a dos adolescentes.

–Y nosotros también, ¿o no Lydia? – la pelirroja hablo.

–Cheryl, Alexander ¿Que hacen aquí?–

𝑻𝒉𝒆 𝑶𝒕𝒉𝒆𝒓 𝑺𝒘𝒂𝒏 [𝑱𝒂𝒔𝒑𝒆𝒓 𝑯𝒂𝒍𝒆] EditandoOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz