paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 15.

—¿¡Cómo se te ocurre venir a la casa de un testigo y hacer semejante escándalo?!—le preguntó Mario, intentando mantener la calma, golpeando su sien repetidas veces. 

—Testigo de la muerte de mi hijo.—le respondió Poché entre dientes. 

—Noticia, cariño.—habló sarcástico.—¡También es mi hijo!—Poché sólo apartó su mirada.—No puedes pretender que cada vez que te sientes impotente tienes el derecho de venir a hacer un escándalo.—habló en realidad molesto, la mujer había llamado a la policía. 

—Ella lo sabe, Mario.—habló dolida.—Ella sabe quién me quitó a mi niño, y no quiere decirnos.—Mario suspiró, intentando buscar las palabras adecuadas, mientras que Daniela hablaba con el oficial de policía, que había llegado en su patrulla. Estaban fuera de la casa de aquella mujer, que nerviosa por todo el escándalo, había decidido llamar a la policía. 

—Creo que se te olvida que Noah también era mi hijo—repitió, sin entender porqué Poché seguía diciendo que era sólo suyo. Poché negó con su cabeza.—, así me odies y me culpes, yo era el padre de Noah, tenía mi apellido. Yo te embaracé.—Poché lo miró con su ceño fruncido. Mario rió un poco, tomando suavemente los costados de los brazos de Poché.—Noah murió, amor, y tienes que aceptar que no va a volver.—Poché dio un paso atrás, provocando que Mario la soltara.—Es duro—reconoció, llevando sus manos a su cinturón.—, muy duro, pero es la realidad. María José, Noah murió.

—A Noah lo mataron.—respondió con desprecio.—A Noah me lo quitaron.—Mario negó con su cabeza.—¡Tú no lo viste morir como yo!—soltó sin poder retenerlo más, llevando sus manos a su cabello desesperada por encontrar respuestas a preguntas que jamás quiso formular.—Su cabeza contra la placa de aquel auto—susurró comenzando a llorar de manera inevitable.—, sus ojos cerrándose, mientras dejaba de sonreír.—volvió a susurrar, sintiendo cómo perdía el equilibrio.—¿Cómo me pides que viva después de eso?—le preguntó, manteniéndose en pie, la misma pregunta que le hizo a Daniela. 

—Yo era su padre, Poché.—respondió con sus ojos cristalizados.—Yo era tu esposo, yo era feliz. 

—Él dejó de respirar en mis brazos.—dijo, abrazándose a sí misma, sin notar que Calle se acercaba a ella, ya que había terminado de hablar con aquel policía.—Tú eras su padre, es cierto—susurró, mirándolo a los ojos.—, pero yo lo vi nacer, y de la misma forma tuve que verlo morir.—Mario volvió a negar al ver las lágrimas de Poché bajar por sus mejillas.—Claro que sí. Cuando nació, lo abracé como si fuera lo único seguro que tendría en el mundo, y cuando murió lo abracé de la misma forma. Murió en mis brazos, mi niño murió en su lugar seguro, en los brazos de su madre.—Mario suspiró, secando sus propias lágrimas. Al Daniela llegar, se preocupó de inmediato, ya que no estaba al tanto de la discusión de la ex pareja. 

—Poché.—le habló Daniela suavemente. Mario ladeó su cabeza, sin entender, y Poché dirigió sus llorosos ojos a ella.—¿Qué pasó?—preguntó, mientras quitaba un poco de cabello de su rostro.—¿Por qué lloras?

—Porque mi niño murió.—susurró, sinceramente. Daniela comprendió, y sin decir otra palabra, decidió abrazarla, abrazo que Poché correspondió y que Mario miraba confuso. ¿Esa era su ex esposa?

—Todo está bien.—le susurró dulcemente, intentándola hacer sentir tranquila.—No llores, no llores. 

—¿María José?—intervino Mario al verla de una manera tan vulnerable.—Creo que deberíamos hablar. 

—No quiero—respondió terminando el abrazo, para secar, sin delicadeza, sus propias lágrimas.—, tengo que volver al trabajo.—dijo recordando que Juan Pablo seguía en su auto, así que caminó de vuelta a éste.