paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 34.

Día de la boda, día del parto. 

━━━━━━ ◦♡◦ ━━━━━━

—¿Dónde está Poché?—le preguntó Calle muy nerviosa, debido a que era el día de su boda.—¿Dónde está?—volvió a preguntar preocupada. Germán apartó su mirada de las listas que leía para dedicarle toda su atención a su hija, reconociendo aquel tono de voz. 

—Poché está con Juan Pablo y Mario en camino.—le respondió su padre. Calle mordió su labio.—¿Qué te preocupa?

—¿Y sí se arrepiente?—preguntó en un susurro mientras que acercaba sus manos a su boca. Germán sonrió ante esa disparatada idea, Poché adoraba a su hija.—¿Y sí decide darle otra oportunidad a Mario?—volvió a preguntar.—¿Y sí me deja?—sus ojos se cristalizaron con esa pregunta. 

—Calle, por favor.—rió un poco, sim embargo entendía a su hija, tenía miedo a perder al amor de su vida.—Poché te ama muchísimo y yo he sido testigo de eso. El pequeño Juan Pablo nacerá pronto, y tú eres su mamá también, ¿o se te olvida?—los ojos de Calle se vieron angustiados al pensar que Poché podría irse con el bebé y dejarla sola.—María José decidió pasar el resto de su vida junto a ti. 

—Primero decidió hacerlo con Mario.—interrumpió mirándolo fijamente, entonces Mario sonrió. 

—Y tú con Noah.—fue la respuesta que hizo sentir confusión a Calle. 

—Pero Noah me dejó y...—intentó contradecir antes de rendirse ante la mirada de su padre y suspirar.—No puedo hacer comparaciones. Poché no es Noah, y el día en que me dejaron plantada fue el mismo día en el que ella perdió a su hijo.—volvió a suspirar.—Poché me ama porque decidió darle otra oportunidad a ser feliz.—Germán asintió viendo como su hija volvía a sonreír.—Te quiero, papá—le dijo antes de abrazarlo y que él le correspondiera de inmediato.—, gracias.—susurró. Germán cerró sus ojos, ese día le entregaría el amor de su vida al amor de la de ella, confiando ciegamente. 

━━━━━━ ◦♡◦ ━━━━━━

—

¡Voy a llegar tarde a mi propia boda!—desde el asiento de atrás soltó Poché por enésima vez, fallando en alterar a Mario quien iba conduciendo tranquilamente.—¡¿Podrías acelerar?!—Mario se limitó a reír. 

—No puedo conducir encima de los demás autos, cariño.—respondió en una risa, había mucho tráfico.—No es apropósito. 

—¡¿Cómo que no?!—volvió a soltar. 

—Poché, cuidado con Junior.—sugirió Juan Pablo desde el asiento del copiloto, preocupado por una de sus mejores amigas. Poché lo miró a través del retrovisor y el chico sintió escalofríos.—Solo digo...—dijo casi inaudible encogiéndose en el siento. 

—Amor, tranquila.—le pidió Mario, quien después de tantos años no podía dejar de llamarla por apodos cariñosos, claro, creía que se los diría por el resto de su vida.—Ya vamos avanzando—dijo a menos de 20 km/h, pues el tráfico no dejaba que fuera más rápido.—, más rápido que el viendo.—rió ante su magistral chiste. 

—Recuérdame porque no estoy conduciendo yo, por favor.—dijo Poché recostando su cabeza en el asiento, cerrando sus ojos para intentar tranquilizarte. 

—Juan Pablo es un niño muy grande—respondió Mario en otra risa. Poché sonrió a pesar de estar estresada, su ex esposo al fin parecía estar genuinamente feliz desde la muerte de su hijo.—, y no te permite caber en el asiento.—el ceño de Poché se frunció mientras que Juan Pablo intentaba contener su risa.—Soy el mejor.—dijo orgulloso.