paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 21.

—Uh, donas.—dijo Poché una vez entró a su oficina.—Juan Pablo debió estar por aquí.—susurró para sí misma, mientras se dirigía a su silla para tomar cuidadosamente la caja de donas.—Si están en mi oficina significa que es mío.—susurró en una pequeña risa. 

Poché tomó unas de las donas, la que estaba cubierta de azúcar glaseada y la llevó a su boca, pensando en cuánto tiempo no había pasado un día así, comiendo cosas dulces que no fueran cereal, quizá su tranquilidad no duraría pasa siempre, aunque se lo merecía. 

—Hola, Poché.—saludó Calle entrando a la oficina. 

—Hola, Poché.—saludó Juan Pablo entrando tras ella. Los ojos de Poché se abrieron mientras que su boca sostenía la dona.—Veo que encontraste las donas que compré para ti.—rió mientras se sentaba. 

—Claro que lo hice—respondió sin quitar la dona de su boca, a penas y podían entenderla.—, estaban en mi oficina.—dijo intentando escuchar unos pasos que retumbaban por el suelo. Sonrió mientras quitaba la dona de su boca, ya se imaginaba lo que era, o mejor, quién era. 

—¡No tienes pruebas para encerrar a Noah!—le gritó Norah Lennon, deteniéndose bruscamente en la entrada de la oficina, llamando la atención de los demás abogados. Poché sonrió irónica. 

—Tengo tu confesión.—respondió mientras se levantaba, dándole a entender que no la intimidaba ni un poco.—La placa del auto, el testimonio de Daniela, ¿qué más necesito?—preguntó sarcástica. Norah Lennon ardía en furia. 

—Todo por el niño muerto.—dijo entre dientes. El ceño de Poché se frunció e intentó caminar hacia ella, sin embargo Calle la detuvo suavemente.—¿Qué hay de las otras tres chicas? No tienes pruebas, María José.—la mujer volvió a sonreír. 

—De hecho—dijo tomando uno de los folders que estaban amontonados a un lado de su computador.—, descubrí que el día de las muertes no es el mismo del día en que las encontraron muertas.—dijo ubicando una página del folder, donde había escrito aquello. Norah la miró confundida.—Noah sí las mato, Norah.—sonrió tomando una de las fotos de las chicas cuando estaba viva.—, y tú lo sabes, porque ese reloj que llevas puesto—no pudo evitar reír.—, es de una de las chicas muertas.—dejó de sonreír.—Oh, mi error.—se corrigió sarcásticamente.—Una de las chicas asesinadas—rió.—, tu novio es un imbécil que te regaló una de las joyas que robó.—la expresión de Norah cayó notoriamente. Calle ágilmente le tomó una foto a la mujer con su celular, una vista detallada de su reloj.—Entérate, Norah, las personas son malas. 

—Eso no...eso no es posible, pero mi hijastra.—intentó decir. Poché ladeó su cabeza sin comprender su reacción.—¿Noah la asesinó?

—Espera, ¿¡qué?!—intervino Juan Pablo girando su cabeza para verla.—¡¿No lo sabías?!—no le creía una palabra.—Noah y tú asesinaron al señor Bill y a Lena para cobrar el seguro, y entre ello a las tres chicas para despistar a la policía.—Poché asintió, era eso lo que presentaría ante el juez. 

—Yo tengo que irme.—fue lo único que dijo antes de rápidamente salir de allí. 

—No le creo.—le dijo Juan Pablo a Poché de inmediato. 

—Yo tampoco—respondió Poché sin dejar de ver dónde se había ido Norah.—, ni una palabra.—suspiró volviendo a sentarse. 

—Ella se veía en realidad confundida.—dijo Calle sentándose al lado de Juan Pablo. Poché hizo un gesto.—¿Creen que haya una posibilidad de que no tenga conocimiento de lo que hizo Noah?—Poché la miró directamente. 

—¿Qué tan normal es que padre e hija mueran de la misma forma en menos de un año?—preguntó sin evitar ser sarcástica.—Y que la misma mujer reclamara el seguro de ambos...—Poché parpadeó un par de veces al darse cuenta de lo que había dicho y con una sonrisa volvió a tomar el folder colocando una página en específico.—El seguro de Lenna estaba a nombre de Noah Walker.—rió sin saber cómo había dejado pasar ese detalle.—Y el de Bill estaba a nombre de Norah.—volvió a dejar el folder sobre el escritorio para verlos a ambos.—¿Saben los que significa?