paper hearts. » caché. [adaptación] (TERMINADA).

Capítulo 35.

[seis meses después.]

—¿Hola?—respondió Poché al teléfono.—Está llamando al número del talento ya descubierto.—dijo sonriente. 

—Hola, amor.—dijo aquella voz al otro lado, solo provocando que la sonrisa de Poché creciera un poco más.—¿Cómo está mi esposa y mi hijo?

—¡Hola, mi amor!—dijo emocionado buscando al pequeño Juan Pablo con su mirada.—Tu esposa y tu hijo están bien.—rió refiriéndose a ellos.—¿Y cómo estás tú?—preguntó comenzando a caminar en busca del bebé que apenas podía gatear. 

—Empacando la última caja.—respondió realizando aquella.—¿Estás lista?—Poché rió. 

—La pregunta debería ser para ti, Calle.—respondió.—¿Tú estás lista para tu primer caso como abogada?—Calle se encogió de hombros.—No tienes que sentirte nerviosa. 

—No lo estaría si no me lo dijera la mejor abogada del mundo.—respondió. Poché rió, hablando de ella.—Eres la mejor, tú nunca estás nerviosa. 

—Al principio sí. Fueron muchas las veces en las que quise renunciar.—dijo encontrando a Juan Pablo en su habitación, intentando subir a la cama.—¡Juan Pablo!—lo asustó Poché. El bebé de ojos marrones y cabello castaño llevó su mirada a ella de inmediato. 

—¿Qué pasó?—preguntó Calle preocupada.—¿Le pasó algo a Juan Pablo?—Poché negó con su cabeza mientras reía. 

—No.—respondió caminando hacia el bebé.—¿Qué harás ahora, Frutita?—preguntó sentándose en el borde de la cama. 

—Iré a dejar mis cosas en mi nueva oficina, para poder ir a casa.—respondió acomodando su celular en su hombre y mejilla para poder tomar la primera caja. 

—Está bien—respondió Poché.—, pasaré por ti en menos de una hora.—Calle ladeó su cabeza.—Sólo tengo que arreglar a Juan Pa.—dijo apretando un poco la nariz del bebé con su pulgar y su índice. 

—¿Estás segura? Puedo tomar un taxi.—respondió escuchando la risa de su hijo al otro lado de la línea. 

—Me aburre estar aquí.—dijo mirando a su hijo quien la miraba riendo.—Además luego podemos ir a algún lado, ¿qué dices?—Calle se rindió ante ella, de nuevo y como siempre. 

—Los esperaré.—respondió en un suspiro. 

—Te amo, Calle.—le dijo. 

—Yo te amo incluso más, Poché.—respondió. Poché rió antes de cortar la llamada y dejar el teléfono sobre la cama. 

—¿Qué estabas haciendo?—le preguntó Poché a su hijo. El bebé de seis meses se encogió de hombros sin saber que responder.—¿Querías subir a la cama acaso?—preguntó tomándolo en sus brazos para ponerlo de pie sobre su regazo.—A ver, di "mamá".—rió con su mirada fija en su bello bebé. Risueño, Juan Pablo intentó hablar. 

—Baba...—balbuceó.—Baba...—Poché volvió a reír. 

—Mamá Poché.—pidió. 

—Babiba.—respondió en una risa. Poché inevitablemente volvió a reír mientras que se levantaba acomodándolo en sus brazos.—Buah. 

—¿Qué?—preguntó caminando hacia el baño.—¿Quién es "buah"?

—Bu, baba.—respondió llevando su pequeña mano a la nariz de su mamá.