.Ashikabi no Shinobi.

Capítulo 8: De computadoras y pervertidos

Capítulo 8: De computadoras y pervertidos

XoX

Fuego. Eso fue lo primero que vio Naruto mientras caminaba por las calles desiertas del lugar que había sido su hogar. Konohagakure No Saito, el pueblo escondido en las hojas. Lo que una vez había sido una hermosa ciudad con edificios de varias formas, tamaños y marcas, ahora no era más que un montón de escombros en llamas. Los muchos edificios que Naruto había conocido durante su mandato dentro de sus paredes fueron destruidos, las llamas se elevaron por encima de su cabeza y el humo se elevó en el aire. El antiguo mercado que una vez había sido tan animado y lleno de gente haciendo sus compras diarias, cotilleando sobre esto y aquello, donde los niños alguna vez habían jugado en la calle, corriendo de un lado a otro mientras reían de alegría, ahora no era más que un Un par de edificios incendiados. La mansión Hokage, La gran torre roja donde residía el líder de la aldea ahora no era más que restos derribados, llamas ardientes que la consumían y convertían lo poco que quedaba en polvo y cenizas. Incluso el Monumento Hokage, el monumento con las cinco caras de los líderes del pasado y un símbolo de la voluntad de fuego de las aldeas, se había iluminado en un resplandor de llamas acre que parecía lo suficientemente caliente como para derretir el acero.

Sin embargo, a pesar del calor de las llamas, Naruto no podía sentirlas. A pesar del hecho de que sus sentidos mejorados deberían estar atragantados por el hedor del humo, Naruto no podía oler nada. Y a pesar del hecho de que debería asfixiarse mientras la ceniza llenaba sus pulmones, cada vez que Naruto respiraba, no sabía nada más que aire fresco y limpio.

Ah, entonces esto no era real, se dio cuenta. Fue un sueño. Una muy vívida en eso. Naruto normalmente no tenía sueños tan realistas. La mayoría de sus pesadillas eran a menudo borrosas, desenfocadas y poco claras, meras imágenes vagas que denotaban sus fallas e insuficiencias. Estos sueños, pesadillas, visión, lo que sea que fuera, no se parecía en nada a los horrores normales que enfrentaba cuando dormía.

Mientras Naruto continuaba su paseo por el pueblo abandonado, se dio cuenta de que no estaba tan solo como pensaba. Allí, a pocos metros de él, había una figura vagamente familiar. Un hombre. Estaba ardiendo, Naruto se dio cuenta tardíamente, su cabello gris claro se movió y ondeó cuando fue atrapado dentro de la corriente térmica causada por sus propias llamas. Del mismo modo, la larga capa negra que llevaba estaba siendo perturbada por el viento, moviéndose al ritmo del ritmo frenético del fuego.

Cubriendo la mitad inferior de su rostro había una máscara. Se movió, y con ese movimiento Naruto se dio cuenta de que el hombre estaba hablando. "¿Por qué?" preguntó, su combinación de ira, confusión y asco. "De todos los Ashikabi posibles que pude obtener, ¿por qué el mío tiene que ser un hombre!"

El regreso de Naruto a la tierra de los vivos fue tan lento como siempre, ni siquiera un sueño tan vívido como eso podría hacerlo despertar más rápido. No hubo disparos levantados de la cama cubiertos de sudor, ni espasmos musculares frenéticos que vinieron con su pesadilla. Había vivido durante mucho tiempo, y en ese tiempo Naruto había experimentado muchas pesadillas, una por la que casi todos los días había estado vivo. Las únicas veces que Naruto no había experimentado una pesadilla fueron aquellos días en que sedujo a una mujer para que se acostara, lo que había sido el punto principal de la seducción en primer lugar.

Cuando regresó aturdido a la tierra de los vivos, Naruto pensó en el último sueño que tuvo, le había sido muy familiar a otro sueño que había tenido dos días atrás. El sueño que lo llevó a rescatar a Kusano y a las chicas que volaron hacia él. ¿Eso significaba que esta otra persona también estaba reaccionando a él? Dios no esperaba, aparte del hecho de que a Naruto no le gustaban los chicos, realmente no le importaba tener más a Sekirei. Ya era bastante difícil lidiar con los tres que tenía actualmente.